El padre debe cumplir con la cuota alimentaria aun en la crisis por la pandemia

El hombre adujo dificultades para abonar la mensualidad fijada en favor de su hijo, pero no logró demostrarlo. Tampoco se atendió su planteo respecto de la remuneración que percibe su ex cónyuge [privado]

La Cámara 2ª de Familia de Córdoba confirmó una fijación provisoria de cuota alimentaria en el equivalente a 60% del salario mínimo vital y móvil (SMVM), desestimando las objeciones del alimentante, por cuanto cuenta con un título universitario que le permite generar ingresos, obligación de la que el buen sueldo de su ex esposa no lo exime respecto de su hijo.

El tribunal integrado por los vocales Graciela Moreno de Ugarte y Fabián Faraoni remarcaron que el carácter cautelar de la medida da la posibilidad de determinar el monto de la cuota alimentaria con carácter provisorio y con base en lo primordial para satisfacer las necesidades del alimentado.

Los jueces evaluaron que la actividad profesional del padre resultaba suficiente para generar los ingresos necesarios para satisfacer las necesidades de su hijo, siendo que la cuota fijada asciende a una contribución diaria de sólo $378.

Los jueces desestimaron las quejas del progenitor destacando que el jueza de grado resolvió teniendo en miras el mejor interés del joven, que cuenta con 16 años de edad, lo que implica que se deben atender sus necesidades de manera adecuada para no afectar su desarrollo.

Para la cámara, no puede pretender el apelante una mayor indagación probatoria tendiente a demostrar su situación económica, dado que ello no resulta ser un óbice para la determinación de la mesada alimentaria en virtud de los requerimientos del hijo.

Al respecto, el fallo señaló que le hubiese correspondido al propio recurrente -remarcando su de profesión abogado-, echar luz sobre la cuestión, toda vez que invoco su condición laboral y transitar por una situación económica complicada, pero no probó tales extremos.

Título

Para los camaristas, si el padre tiene un título profesional, edad y condiciones para desarrollar las tareas que le incumben a su especialidad, cabe presumir la existencia de ganancias provenientes de ello, aun cuando no se cuente con prueba directa de ésto, pues se presume el carácter oneroso se su actividad.

Así, el tribunal insistió que es el propio apelante quien reconoce ser de profesión abogado y dedicarse a la carpintería, con lo cual no puede introducir vía agravio que porque cuenta con dos trabajos, debe presumirse que tiene dificultades para cumplir los pagos, ni abstraerse a los mismos.

Por otra parte, la decisión analizó que la cuota alimentaria fijada asciende a $ 11.340, lo que implica un aporte diario de $378, lo cual lejos de lucir desproporcionad o arbitrario apenas resulta suficiente para cubrir las necesidades vitales, básicas e impostergables del joven de 16 años en el actual contexto económico y social de público y notorio conocimiento.

En cuanto a los ingresos de la madre, la cámara consideró que provienen de su trabajo en relación de dependencia en el Registro de la Propiedad y que el hombre intentó poner como excusa para otro de sus agravios, aludiendo que por ello el menor no tiene necesidades urgentes e impostergables.

En tal sentido, el fallo subrayó que esa circunstancia en modo alguno tampoco lo exime de cumplir con la obligación a su cargo, pues la mujer ejerce el cuidado personal unilateral del joven con los consecuentes deberes y obligaciones que ello involucra que permiten una valoración económica de dichas tareas cotidianas.

Recomendación

Finalmente, el tribunal advirtió que “párrafo aparte merece la petición articulada por la asesora de Familia interviniente, en el sentido que ante la situación de emergencia sanitaria, el apelante podría haberse visto más complicado para obtener ingresos y por dichas circunstancias se podría hacer lugar parcialmente al recurso y establecerse que desde la vigencia del ASPO (20-03-2020) y hasta fines de este año 2020, una cuota alimentaria equivalente al 45% del SMVM; retomándose la cuota equivalente al 60% del SMVM a partir de enero de 2021”.

Frente a ese planteo, los jueces expresaron: “Cabe recomendar a la representante complementaria que ciña su accionar a las funciones encomendadas por el artículo 103 del CCCN” en defensa de la tutela judicial efectiva del joven que representa.

En definitiva, la cámara concluyó que, sin desconocer los efectos derivados de la situación de emergencia sanitaria existente en los ámbitos nacional y mundial, corresponde también hacerle notar que su pretensión se ubica en un contexto conjetural que implicaría privar temporalmente al joven de su sustento básico, debiendo en todo caso ser el alimentante quien arbitre las medidas necesarias y por el cauce legal que resulte pertinente.