El codemandado que ocasionó el choque en cadena, único responsable

El tribunal entendió que el accidente se debió exclusivamente al accionar de sólo uno de los conductores. Rechazan la apelación del culpable y del accionante [privado]

Al observar que los restantes codemandados no deben responder, por no ser civilmente responsables del accidente de tránsito descripto como “choque en cadena”, ya que el siniestro ocurrió por el obrar de un único codemandado sindicado como responsable, la Cámara 8ª Civil y Comercial de Córdoba confirmó la resolución de primera instancia y rechazó las apelaciones presentadas con el mismo argumento, tanto por el actor como por el codemandado condenado en la causa.

El tribunal integrado por los vocales Gabriela Lorena Eslava, José Manuel Díaz Reyna y Héctor Hugo Liendo indicó que el codemandado Rojas sostiene que el juez a quo se equivoca al atribuirle incidencia causal exclusiva en el siniestro, impidiendo que la responsabilidad pueda ser dividida entre todos los demandados, lo que perjudica gravemente a su parte.

La alzada agregó que dicho agravio se identifica con el expuesto por el actor como basamento de su recurso adhesivo, quien denuncia el desconocimiento de caudal probatorio por parte del magistrado, que demuestra que las demandadas Gómez y Criado son civilmente responsables, y que, por ende, cabe extender la sentencia a su aseguradora, “Paraná Seguros SA”.

Quejas

Así, la Cámara definió que ambas partes se quejan del rechazo de la demanda decidido con relación a las codemandadas Gómez y Criado, resaltando: “Nos encontramos ante un supuesto de colisión múltiple en la que han intervenido varios vehículos, lo que se ha dado en llamar choque en cadena”.

A su vez, los camaristas sostuvieron que, en dichos supuestos, cuando se trata de reclamar por los daños y perjuicios resultantes del choque en cadena, “la víctima, como tercero ajeno a la colisión, puede dirigir su acción contra todos los intervinientes sin necesidad de investigar, al menos previo al inicio de la demanda, quién ha sido el causante”.

Los jueces continuaron extrayendo de la pericia que, en virtud de encontrarse detenidos los rodados Toyota y Fiat por circunstancias del tránsito, las distancias intervehiculares se encontraban reducidas a su mínima expresión, razón por la cual se producen normalmente los choques en cadena (…)” y que “de la observación de las fotografías no se detectaron huellas de frenado de ninguno de los rodados involucrados”.

Del razonamiento efectuado por la Cámara

El decisorio observó que en el caso de autos la víctima (actor) no resulta ser un tercero totalmente ajeno al siniestro, como podría haber sido un peatón o una persona que se encontrara parada en la vereda, sino que se trata de uno los integrantes de la cadena de choques.

Bajo esas premisas, el tribunal resaltó el peritaje oficial mecánico de Jorge Horacio Fernández Zavalía, perito ingeniero en automotores, que dictaminó: “Que el automóvil marca Toyota modelo Etios conducido por el actor circulaba por la Avda. Rafael Núñez. Que se encontraba detenido sobre la calzada de la avenida por delante del automóvil marca Fiat Palio. Que en esas circunstancias el vehículo Volkswagen Fox, por razones que no se han establecido, impacta desde atrás al automóvil Fiat Palio, transmitiéndole una energía que lo impulsa hacia adelante, hasta colisionar con su parte frontal, la parte trasera del automóvil Toyota Etios, al cual le transfiere parte de la energía cinética recibida, despidiéndolo a su vez hacia adelante, hasta que el mismo impacta la parte trasera del automóvil detenido delante de él”.

Distancias

Los jueces continuaron extrayendo de la pericia que, en virtud de encontrarse detenidos los rodados Toyota y Fiat por circunstancias del tránsito, las distancias intervehiculares se encontraban reducidas a su mínima expresión, razón por la cual se producen normalmente los choques en cadena (…)” y que “de la observación de las fotografías no se detectaron huellas de frenado de ninguno de los rodados involucrados”.

Así, se subrayó que el experto concluyó que con base en “sus consideraciones y por los daños observados en los rodados estima que las causas más probables que pueden haber provocado el siniestro eran: que el conductor del vehículo Volkswagen Fox (Rojas) haya circulado a una velocidad elevada, que no le permitió efectuar una maniobra evasiva de frenado; que el conductor del rodado no haya circulado prestando la debida atención a las contingencias del tránsito, perdiendo el dominio de su conducido. De cualquier manera, la responsabilidad en la ocurrencia del accidente le correspondió al conductor del automóvil Volkswagen Fox”.

Términos

Por lo expuesto, la Cámara valoró que el magistrado de grado en su resolución sostuvo que entendía “que, según los claros términos expuestos por el perito ingeniero mecánico, el vehículo Fiat no tuvo incidencia causal en el siniestro, sino que transfiere parte de la energía cinética recibida, despidiéndolo a su vez hacia adelante, hasta que el mismo impacta la parte trasera del automóvil detenido delante de él. De allí que no resulte posible endilgar incidencia causal a la conducta de quien conducía el Fiat Palio, pues fue impulsada hacia adelante por la inercia propia del golpe y es por ello que se advierte una ruptura del nexo causal”.

Asimismo, remarcó el tribunal que la pericia oficial no fue impugnada por las partes, por lo que no puede ahora en la alzada pretender desvirtuarla cuando ha sido consentida con anterioridad, resaltando que, si el vehículo VW Fox no hubiera embestido el Fiat Palio, éste no habría embestido el Toyota Etios, porque ambos estaban o detenidos o en última instancia iban deteniéndose en respeto a la señal del semáforo, por tanto, el Fiat Palio no causó el accidente sino que también fue víctima.

En consecuencia, en el fallo se resolvió que “corresponde rechazar el recurso de apelación interpuesto por el codemandado Rojas y el recurso adhesivo planteado por el actor, confirmando en consecuencia la sentencia apelada en todo en cuanto decide”.