Determinan que hubo vínculo laboral entre un transportista y una empresa de logística

Con la prueba sustentada en la causa, la Sala 6ª de la Cámara de Trabajo de Córdoba desestimó que la relación del accionante con Organización Courier Argentina SA (Ocasa) fuera la de un transportista independiente, al estar presentes las notas de dependencia de una relación laboral. Por ello, admitió la demanda por falta de pago de haberes y negativa del vínculo ordenando el pago de las indemnizaciones reclamadas.

El tribunal -integrado por la vocal Nancy El Hay- al analizar la cuestión indicó que la relación laboral denunciada por T. fue negada por la demandada, que esgrimió que el actor prestó servicios de transporte mediante la suscripción de un contrato comercial.

Sin perjuicio de ello, la magistrada señaló que, en el responde, Ocasa reconoció que por razones operativas y de servicios, en casos extraordinarios como roturas de unidades o insuficiencia momentánea y eventual de sus propios vehículos, acude a empresas o entidades de transporte de cargas o proveedoras de fletes, entre los que se encuentran transportistas autónomos como el demandante, quien siempre se desempeñó como transportista independiente. También objetó que por el hecho de que le impartiera al actor instrucciones -tales como coordinación de horarios de entregas y retiros- pueda deducirse la existencia de una relación de tipo laboral.

Para El Hay, con la prestación de servicios a los que aludió la patronal, “ activa la presunción de existencia del ligamen invocado, la que podrá ser desvirtuada por prueba en contrario, por lo que se verificará si la demandada demuestra la locación de servicios que esgrime ”.

Así las cosas, tras valorar la prueba rendida, la vocal consideró que fue plenamente ratificada la presunción inicial y valoración de la “Propuesta de Servicios de Transporte” suscripta por los contendientes, relativa a la recepción, distribución, entrega y rendición de paquetería, propia de la entidad.

Asimismo, el tribunal consideró acreditada la prestación de tareas de lunes a viernes un mínimo de seis horas y sábados excepcionalmente durante cuatro horas, siempre convocados por WhatsApp. También, la liquidación del pago mensual con base en las presentaciones de planillas que efectuaban, el control de ingreso y egreso de la planta incluso relativo al kilometraje. De igual modo, la posibilidad de no asistir ante el llamado, pero con la consecuente sanción, pues ello les modificaba la posición en el ranking respectivo, el cual depende del desempeño. Finalmente, el pago de plus por mejoras en la distribución y labores en días festivos, los imanes que les entregaba la empresa para colocar en los laterales del coche con el nombre de aquélla, borcegos y sugerencia de uso de remera del color asignado.

Conclusión

Para la magistrada, “ no cambia la conclusión arribada, lo expresado por los dos últimos, respecto a que podían no asistir a trabajar sin inconvenientes, solía suceder y se cubría con otro transportista, en tanto ello sucede en cualquier empresa en relación a sus dependientes, si uno no va, es suplido por otro ”.

De ello se infirió que tal extremo “ nada tiene que ver con el carácter intuito personae de las notas de dependencia, en relación al cual, T. no podía solicitar a un tercero ser suplido, conforme los términos del contrato de adhesión presentado ”, considerando importante el volumen de la paquetería del período laborado por el accionante, a juzgar por los importes del precio abonado en los sucesivos meses que trascienden de las periciales contables.

La juzgadora interpretó que la ausencia de exclusividad aludida por la empresa “ se contradice con los términos contractuales, y por otro costado, la obligación de inscribirse en la AFIP como monotributistas, pagar por ello y facturar por las sumas mensuales percibidas, se evidencian como velos tras los cuales surge latente el ligamen dependiente ”.

Intercambio

En ese estado, la jueza observó que del intercambio comunicacional se desprende que la negativa del ligamen laboral y registración sustentan la ruptura y, por su gravedad, justifican la posición actora, por lo que se valoró que la rescisión del contrato comercial, “ no puede considerarse renuncia, dadas las condiciones enunciadas y el concreto reclamo del trabajador para obtener su reconocimiento ”.

En consecuencia, en el fallo se resolvió que, acorde a la plataforma fáctica definida, correspondía acoger las indemnizaciones por antigüedad, omisión de preaviso e integración del mes de despido. Asimismo, respecto de la multa del artículo 2 de la ley 25323, “ a mérito de la relación contractual habida entre los contendientes, la comercial endilgada por la empleadora, defendiéndola durante este proceso y el necesario análisis profundo que se efectuó a los fines de dilucidar la cuestión, encuentra sustento la falta de pago de los conceptos indemnizatorios, previo a este resolutorio ”.