El juicio por la tragedia de Cromañón comenzó ayer al mediodía con la lectura de las acusaciones. Omar Chabán se sentó junto a los integrantes de Callejeros -Patricio Fontanet, Maximiliano Djerfy, Juan Carbone, Cristian Torrejón, Elio Delgado, Eduardo Vázquez-, su mánager, Diego Argañaraz, y al escenógrafo Daniel Cardell. Todos están acusados por los delitos de estrago doloso seguido de muerte y cohecho activo, que prevén penas de hasta 20 años de prisión.
En tanto, Raúl Villarreal -mano derecha del ex gerenciador- fue procesado como partícipe de estrago doloso y cohecho activo; el ex comisario Miguel Belay y el ex subcomisario Oscar Díaz, por cohecho pasivo, y la ex subsecretaria de Control Comunal, Fabiana Fiszbin, junto a los ex directores del sector, Gustavo Torres y Ana Fernández, por incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Para el proceso se tomaron estrictas medidas de seguridad, como el refuerzo de personal policial y vallado de sectores anexos al edificio. Durante la mañana se registraron apretujones en la puerta destinada al ingreso del público debido a la rigurosidad del control policial, así como por amenazas al defensor de Chabán.
Los familiares que representa el abogado José Iglesias pidieron que los imputados sean condenados por homicidio simple, además de otros delitos. El mayor grupo de familiares quiere que respondan por el ilícito previsto en el artículo 79 del Código Penal, Chabán, Villarreal, Callejeros, el ex comisario Díaz y los tres ex funcionarios del gobierno porteño involucrados. Para los cuatro primeros, también se solicitaron condenas por lesiones graves, cohecho y -en caso de que no se encuentren pruebas necesarias-, que subsidiariamente se les apliquen penas por estrago doloso seguido de muerte, homicidio culposo o estrago culposo.
En relación con los ex funcionarios se pidió -opcionalmente-una condena por estrago doloso, homicidio culposo e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Por su parte, el debate se reanudará el próximo viernes.