Confirman validez del autodespido en que se colocó una ex empleada del Hospital Privado

En la causa, el nosocomio no logró revertir la valoración de la prueba rendida por la trabajadora y ordenó indemnizarla por la cesantía. Sin embargo, no se admitió aplicar la multa de la ley 25323

Después de confirmar la legitimidad del autodespido en el que se colocó la trabajadora accionante por no haber obtenido respuesta oportuna a sus requerimientos sobre la licencia médica que cursaba, la Sala Laboral del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) confirmó la sentencia que admitió los rubros derivados de la cesantía en contra del Hospital Privado CMC SA. Sin embargo, el fallo no admitió la sanción del artículo 2 de la ley 25323 (de Indemnizaciones Laborales), debido a las circunstancias que rodearon la ruptura.

El nosocomio demandado cuestionó la decisión que convalidó el despido indirecto en que se colocó la actora y denunció que, al concluir que hubo silencio de su parte frente al emplazamiento de la actora, el tribunal a quo omitió valorar prueba dirimente.

Finalmente, la accionada impugnó la condena a la sanción de la Ley de Indemnizaciones Laborales y dejó constancias que demuestran que existieron causas que justificaron su conducta. Además, los créditos fueron discutidos y algunos no prosperaron, resultando entendible su posición al cuestionarlos.

A su turno, el Alto Cuerpo integrado por los vocales Mercedes Blanc de Arabel, Luis Enrique Rubio y Luis Eugenio Angulo, después de evaluar la cuestión, indicó que los agravios del hospital relativos a que la procedencia del despido indirecto en que se colocó la trabajadora eran inadmisibles, argumentó que el impugnante “no evidencia los quebrantamientos que le atribuye al pronunciamiento porque elabora su planteo con base en circunstancias que no se verificaron”.

Cronología

Al respecto, los magistrados indicaron que el juzgador de grado constató que la actora comenzó su licencia médica en junio de 2016 y, al obtener el alta parcial, el 12 de diciembre siguiente, solicitó la reincorporación pero en tareas acordes a su capacidad laborativa.

La decisión destacó que en la comunicación postal remitida a la patronal se transcribió la constancia médica que avalaba su pedido, formulado “bajo apercibimiento de considerarse en situación de despido indirecto” y poniéndose a disposición para los controles médicos pertinentes.

Asimismo, el Alto Cuerpo valoró que el sentenciante comprobó que la empleadora no respondió el emplazamiento, por lo que convalidó la decisión rupturista de la trabajadora.

Sin embargo, para los jueces, distinto acontece con el incremento indemnizatorio del artículo 2 de la ley 25323 mandado a pagar.

Así, recordó que reiteradamente ha sostenido la sala que si las circunstancias que provocaron el desenlace del contrato fueron controvertidas, el tribunal está habilitado al uso de la facultad que otorga la última parte del dispositivo, al argumentar que en el subexamen las particularidades que rodearon la ruptura indican que resulta razonable su rechazo.

En consecuencia, en el fallo se resolvió que corresponde casar el pronunciamiento en este aspecto y, por los motivos expresados, dejar sin efecto la sanción debatida.