Confirman responsabilidad de la Municipalidad por los daños que causó la caída de un árbol

El tribunal concluyó que el viento que ocasionó el desplome no fue un factor extraordinario en el siniestro, ya que es lo normal en la época del año que se produjo. Asimismo, subrayó que la comuna pudo haberlo evitado si adoptaba las precauciones necesarias

Al no interpretar que el viento no actuó como un factor imprevisible, la Cámara 2ª en lo Civil y Comercial de la ciudad de Córdoba confirmó la demanda entablada en contra de la Municipalidad de Córdoba, que perseguía la indemnización de los perjuicios ocasionados al vehículo de propiedad de la accionante por el impacto de un pedazo de tronco que se desprendió de un árbol ubicado en espacio público, y la condenó a abonar el daño emergente en concepto de gastos de reparación por repuestos, mano de obra y privación de uso.

En contra de dicha resolución, el Palacio 6 de Julio -parte demandada- planteó un recurso de apelación, con fundamento en que el juez de primera instancia soslayó la invocación del caso fortuito alegado y reconocido por la propia demandante.

Consecuencia

El tribunal integrado por los vocales Delia Inés Rita Carta de Cara, Silvana María Chiapero y Fernando Martín Flores, al analizar la apelación presentada, indicó que en el caso no se ha invocado, ni mucho menos acreditado, que el daño causado al vehículo de propiedad de la actora por caída de parte de un árbol haya sido consecuencia de un viento de características extraordinarias e imprevisibles, que saliera del curso normal y ordinario de las cosas en la fecha y lugar en que sucedió el evento.

De otro costado, el fallo señaló que tampoco concurre la otra característica del caso fortuito, cual es la inevitabilidad, ya que viento no era imprevisible pues tal fenómeno en la ciudad de Córdoba en la época en que ocurrió el daño, no reviste la condición de extraordinario o inesperado sino que es lo que sucede habitualmente; y la caída de una rama de un árbol antiguo y sin mantenimiento no era inevitable sino que pudo ser anticipada por la Municipalidad si adoptaba las precauciones necesarias para evitarlo.

Por lo expuesto, los jueces sostuvieron que no hay caso fortuito como factor excluyente de responsabilidad frente a un fenómeno que ocurrió de modo inexorable, cuando hubo margen para sortear las secuelas nocivas mediante la adopción de medidas de protección (control y poda a cargo de la comuna), que evitaran exponer a quienes transitan por esas calles.

Denuncia

Asimismo, la cámara consideró que la denuncia de la inexistencia de prueba que acredite que la rama no estaba seca, tampoco consulta el plexo probatorio rendido.

En esa dirección, los vocales precisaron que, de las testimoniales brindadas, se desprende que el daño ha derivado de cosas inertes que, aunque “mecánicamente pasivas”, resultaron “causalmente activas” pues su anormal posición, situación o ubicación circunstancial (árboles viejos sin mantenimiento ni poda) crearon la posibilidad y consecuente previsibilidad de la contingencia dañosa.

A su vez, el tribunal valoró que la recurrente desoye segmentos del fallo en los que se ha juzgado con acierto que la Municipalidad de Córdoba reviste condición de guardiana del arbolado de la ciudad en los términos de la ordenanza Espacios Verdes Arbolados Nº 7000; como asimismo que dicha norma establece que se considera arbolado público, regido por las normas de dicha normativa y de las disposiciones reglamentarias que en su consecuencia se dicten, el existente o que en el futuro se plante en lugares del dominio público municipal o del dominio privado municipal afectado al uso público (art. 1), por lo cual los espacios verdes y árboles de la ciudad de Córdoba se encuentran bajo la guarda del Estado municipal (artículos 2 y 3 de la citada norma), estableciéndose expresamente que el corte y poda del arbolado es obligación de éste (artículo 14), de allí que resulte jurídicamente sujeto pasivo de la obligación de mantener el buen estado de los árboles.

Ajustado

Por consiguiente, el tribunal sostuvo que es ajustado a derecho que se haya considerado que el daño no habría ocurrido si la demandada hubiera realizado estrictos controles y que, aunque es probable “que la rama no se hubiera desprendido si no corría viento”, que corriera era una contingencia climática ordinaria y previsible y por tanto el perjuicio evitable con la adopción de las medidas que le incumbían al ente municipal en orden al mantenimiento de los árboles en buen estado de conservación.

En consecuencia, en el fallo se resolvió la confirmación de la decisión condenatoria contra el municipio.

Autos: "A., N. L. c/ Municipalidad de Córdoba - Abreviado - Daños y Perjuicios - Otras formas de responsabilidad extracontractual - Trám. Oral" (Expte. Nº 6211302)