Confirman e indemnizan daños a un automotor y la privación de su uso

En su decisión, el tribunal de alzada entendió que el perjuicio por ambos fue acreditado y subrayó que el monto de la condena por ambos rubros lucía “razonable”

Al considerar acreditados los daños producidos como consecuencia de un accidente de tránsito, del cual la parte demandada resultó responsable, la Cámara 8ª Civil y Comercial de Córdoba rechazó el recurso de apelación presentado por la demandada y confirmó la cuantificación de los rubros daños al automotor y privación de uso. [privado]

El tribunal integrado por los vocales Gabriela Lorena Eslava y Héctor Hugo Liendo , al analizar la apelación sostuvo que “existe coincidencia acerca del acaecimiento del accidente relatado en el libelo introductorio, en la responsabilidad que recae sobre los demandados por tal hecho, y los daños ocasionados, surgiendo la discrepancia del embate impugnativo en torno a la procedencia de los rubros indemnizatorios mandados a pagar en el resolutorio”.

El fallo continuó relatando que se agravia al apelante con relación a la admisión de los rubros daños sobre el automotor y privación de uso.

Con respecto al primero, los jueces expusieron que si bien de la expresión de agravios se desprende que el recurrente impugna la procedencia de los mentados rubros por no haberse acreditado su cuantía, no resulta ocioso recordar que la existencia de ambos ha sido debidamente probada.

Una valoración integral de ambos elementos probatorios (presupuestos y peritaje) “permiten tener por ciertas tanto la existencia como extensión de los daños reclamados por el rubro en cuestión, por lo que este aspecto de la queja debe ser rechazado”.

En esa dirección, el decisorio apuntó que los daños sobre el automotor han sido debidamente constatados por el perito mecánico oficial, ingeniero Pedro Manuel Cascos Méndez, quien dictaminó que las fotografías, los presupuestos incorporados en autos y la inspección del rodado le permitieron establecer la conformidad y coincidencia entre los daños que presenta el automotor del damnificado y que se expresan en la demanda e indicó que éstos se localizan en la zona de puerta, guardabarros delantero, espejo retrovisor, faros y frente del lado derecho, así como consta en las descripciones de las reparaciones, repuestos y mano de obra detallados en los presupuestos incorporados, todos sobre el costado derecho del vehículo.

Asimismo, la Cámara destacó que, en lo referido a la cuantificación del rubro, “es cierto que sólo el signatario del instrumento puede expedirse acerca de la autenticidad o falsedad de la firma inserta en el mismo, empero no por ello pierde su validez presuncional, actuando en el caso de marras como un indicio, el cual para tener valor convictivo debe ser necesariamente respaldado por otro elemento probatorio, como efectivamente acontece en el caso de marras”.

Perito

A su vez, el fallo resaltó que el propio perito toma en consideración los presupuestos obrantes en autos para realizar una cuantificación actualizada del costo de reparación del rodado.

Por lo tanto, la decisión resolvió que una valoración integral de ambos elementos probatorios (presupuestos y peritaje) “permiten tener por ciertas tanto la existencia como extensión de los daños reclamados por el rubro en cuestión, por lo que este aspecto de la queja debe ser rechazado”.

En lo referido a la procedencia del rubro privación de uso del rodado, recordó la Cámara que “se encuentra caracterizado por la indisponibilidad del automóvil durante el lapso necesario para reparar los daños que sufriera como consecuencia del siniestro”.

Así, el tribunal derivó que el lapso indemnizable en la privación de uso “no debe superar el tiempo necesario y razonable que insume la reparación material de los deterioros del vehículo, a lo que podrá sumar el tiempo necesario para la elección del taller y obtención del turno para la atención efectiva”.

Con respecto a su procedencia, apreció la Cámara que surge lógica atento la magnitud de los daños sufridos en razón del evento luctuoso y agregó: “No es necesario ningún esfuerzo probatorio por parte del actor más que acreditar la circunstancia que para moverse de un lugar a otro necesariamente debió acudir a otros medios de transporte sustitutivos de su automotor”.

Circunstancias

Por lo expuesto, el tribunal consideró que, acorde con las particulares circunstancias del caso, el plazo establecido por el juzgador de siete días por los cuales se vería inmovilizado el actor “luce prudente”, reiterando que en atención a los perjuicios sufridos en el automóvil del demandante, “el tiempo que demandaría la búsqueda de un taller y pedidos de cotización, obtención de turno, reparación efectiva y su consiguiente entrega no llevaría menos de siete días”.

En consecuencia, en el fallo se resolvió que dicho plazo “luce razonable, lógico y acorde a las máximas de la experiencia; sumado a que el monto final otorgado por el magistrado de $ 2.000, tomando en consideración como medio de transporte sustituto a diversos viajes cortos en taxi dentro de la ciudad de Córdoba y por el plazo indicado, en modo alguno luce exorbitante, sino todo lo contrario, apreciamos que resulta prudente y acorde a las particulares circunstancias del sub examine, por lo que se rechaza este segmento del agravio”.