Concluyen que un planteo de prueba anticipada es susceptible de perención de instancia

En decisión por mayoría, el tribunal entendió que la parte actora había diligenciado el oficio en ese sentido, pero dejó pasar más de un año sin concretar una intención que hiciera avanzar el proceso, por lo cual la demandada no podía quedar indefinidamente atada a la acción

Al entender que la solicitud de prueba anticipada abre una instancia judicial susceptible de perimir en el mismo término que el juicio ordinario del que es parte, la Cámara 6ª Civil y Comercial de Córdoba, por mayoría, hizo lugar a la apelación de la firma Arturo V. Pucheta Construcciones SRL y declaró la perención de instancia de la causa iniciada por Autodesk Incorporated y Adobe Systems Incorporated.

El vocal Alberto Zarza apuntó que la prueba anticipada persigue la producción de ciertos medios probatorios con urgencia, ante la eventualidad de que se pierdan o no puedan ser realizados luego, para recoger elementos útiles para un proceso futuro o en trámite.

Por ello -se dijo- se prevé que el juez la disponga inaudita parte, aunque por su trascendencia y su naturaleza jurídico-procesal, es necesario restaurar el desequilibrio inicial que rodea su admisión, resguardando el principio de bilateralidad en el momento de su producción, por lo que resulta imprescindible la citación del interesado para dicha oportunidad, instancia que nace con toda petición o solicitud efectuada por una parte al órgano jurisdiccional.

Fundamentos

Así, se añadió que, conjugando que los fundamentos que inspiran el instituto de la caducidad de la instancia y la pretensión ejercida participan de los recaudos que se identifican con una petición judicial, intentada en contra de personas perfectamente determinadas y tendientes a la obtención de una serie de datos o elementos que se reputan necesarios para el inicio de la acción, cabe concluir que las medidas preparatorias dan lugar a una instancia judicial susceptible de perimir.

Luego, respecto al plazo de caducidad, se estimó que es el de un año establecido en el artículo 339, inciso 1, CPCC, pues la prueba anticipada no es un incidente, sino que forma parte de la primera instancia, plazo que se cumplió en la causa.

En definitiva, Zarza sostuvo que corresponde hacer lugar al recurso de la empresa demandada y declarar la perención de instancia solicitada.

A su turno, el vocal Jorge Barbará entendió que la pretensión de los demandantes se encuadra inequívocamente como una “petición del derecho ante autoridad judicial que traduce la intención de no abandonarlo” (artículo 2546 del Código Civil y Comercial -CCyC-), cuyos efectos interruptivos permanecerán “hasta que deviene firme la resolución que pone fin a la cuestión” (artículo 2547, CCyC), condición que no se cumplirá mientras el actor no prosiga con la acción.

Interpretación

Barbará argumentó que ese estado de virtual “imprescriptibilidad” de los derechos sólo puede ser avalado por una interpretación normativa que implica ir en contra de una interpretación de la ley procesal y en contra de la finalidad perseguida por el instituto de la prescripción liberatoria del deudor, del cumplimiento de una obligación por razones de inactividad del ejercicio de los derechos por parte del acreedor, así como de los valores jurídicos del instituto (el interés social de que las obligaciones no permanezcan vigentes indefinidamente), lo que se encuentra reñido con el artículo 2 CCyC.

Además, el camarista indicó que al someter la prescriptibilidad del derecho a la sola voluntad del acreedor -en el caso, del actor o peticionante de la prueba anticipada- se estaría avalando un ejercicio abusivo del derecho por parte de éste, dado que se trata de un efecto que contradice y/o excede la finalidad buscada por el instituto procesal de la prueba anticipada, cual es el de resguardar el efectivo y adecuado ejercicio de la defensa en juicio (artículo 18 de la Constitución nacional) -lo que permanece inalterado incluso en caso de perención, a tenor del artículo 347 del CPCC- y no ampliar indefinidamente el plazo de prescripción del derecho o, directamente, tornarlo imprescriptible, por lo que, en definitiva, Barbará se pronunció en idéntico sentido que el vocal Zarza.

Disidencia

En disidencia, el vocal Walter Simes indicó que al comparecer, la firma demandada planteó incidente de perención, relacionando que la norma procesal que regula lo atinente a la prueba anticipada no atribuye a las mismas un período de utilidad tal como lo efectúa con las medidas preparatorias.

En ese sentido, el magistrado sostuvo que, a su respecto, no opera su caducidad si en un determinado tiempo no se deduce el juicio para el cual fueron realizadas las pruebas en cuestión, al argumentar que no cabe exigir a la parte la realización inmediata de ningún acto procesal sino por el contrario, la misma cuenta con el plazo de prescripción de la acción a los fines de deducir la acción que a su entender considere pertinente.

En resumen, Simes concluyó que el rechazo de perención de instancia del pedido de prueba anticipada “evidencia una solución ajustada a lo que establecen las normas procesales y sustanciales en cuanto regulan lo atinente a los institutos de la perención de la instancia y prescripción de las acciones, por lo cual el vocal opinó que el recurso de apelación debe ser rechazado”.

Autos: “AUTODESK INCORPORATED Y OTRO C/ ARTURO V. PUCHETA CONSTRUCCIONES SRL Y ARTURO V. PUCHETA CONSTRUCCIONES Y AVP SRL Y AVP SA Y P – PRUEBA ANTICIPADA – EXPTE. N°7206789”