Autorizan a la ex cónyuge a vender una cosechadora, parte de los bienes gananciales

El tribunal adoptó la decisión atendiendo a la perspectiva de género, ya que su ex esposo usufructuaba la maquinaria sin compensarla con el producido. El hombre tendrá prioridad si iguala o mejora la oferta de compra

Con perspectiva de género, el Juzgado Civil, Comercial y Familia de Laboulaye admitió la petición de una mujer y ordenó la partición y venta de una cosechadora que integraba la sociedad conyugal -la cual se encontraba indivisa-, atento a la violencia económica ejercida por el ex cónyuge de la peticionante, quien mantenía el control de los bienes productivos sin derivar la parte de los dividendos a la actora.

En el caso, la señora M.E.M. solicitó como medida autosatisfactiva la liquidación parcial de los bienes de la sociedad conyugal y la autorización de venta de un bien ganancial que fuere adjudicado a la compareciente, para satisfacer sus necesidades básicas.

El tribunal a cargo del juez Ignacio Andrés Sabaini Zapata, al analizar la cuestión, indicó que en la causa configura claramente lo que se ha dado en llamar “caso sospechoso de género”, en cuyos análisis fáctico y legal y juzgamiento debe aplicarse necesariamente la perspectiva de género, para determinar si se está ante alguna hipótesis de desconocimiento de los derechos de la mujer ya sea por discriminación o violencia hacia la misma con base en su condición de tal.

En esa dirección, el fallo precisó que es la propia M.E.M., quien solicita la liquidación parcial de la sociedad conyugal, aduciendo la necesidad de satisfacer cuestiones alimentarias básicas, denuncia la existencia de violencia económica, lo que constituye uno de los tipos de violencia doméstica y de género reconocida por las distintas legislaciones en la materia; y, pretendiéndose la clarificación de los efectos patrimoniales de una unión matrimonial ya concluida hace tiempo, derivando que la calificación del caso en la categoría mencionada se impone.

Al respecto, el juez sostuvo que luce claro que aún no se ha finalizado la aprobación de las operaciones de inventario y evaluó, al observar, que los bienes productivos (maquinarias y herramientas) adquiridos durante el matrimonio, si bien reconocidos como bienes gananciales, han quedado en su mayoría bajo el control, uso y provecho del señor S.H.B., de lo que se puede vislumbrar que, tras la ruptura de la unión matrimonial, la mujer ha quedado económicamente desamparada, según su manifestación no controvertida, agravada por los vericuetos del proceso civil tendientes a la división de bienes, lo que ha generado una vulneración de los derechos de la mujer.

Oposición

Por otro lado, el juez valoró que el hombre se opone a la venta de la maquinaria, estableciendo la necesidad para la explotación que realiza, aunque no propone ninguna solución tendiente a dar satisfacción al planteo de la mujer.

En consecuencia, el juez sostuvo que nada impide permitir la realización del bien solicitado, por cuanto el bien en cuestión (la cosechadora), ha sido inventariada, reconociéndose el carácter de bien conyugal sin observaciones por parte del ex cónyuge.

Asimismo, el juzgador valoró que, de no asumir la decisión adoptada por el tribunal, se estaría ante una situación perjudicial para la mujer, quien no sólo no obtiene ganancia alguna de los bienes productivos sino que soporta la depresión de los bienes, perjudicando su patrimonio y generando un enriquecimiento sin causa, ilícito e injusto a favor de quien fue su esposo, quien se aprovecha del uso productivo del bien, sin aportarle la parte del producido del bien que también es dueña.

Forma de violencia

Así las cosas, el magistrado concluyó que desconocer la pretensión de la actora implica legitimar una forma de violencia contra ella, consistente en el desconocimiento de los derechos patrimoniales emergentes del matrimonio mantenido a lo largo del tiempo donde ambas partes compartieron una comunidad de vida.

Por lo expuesto, y teniendo en consideración los principios que iluminan la perspectiva de género en su justa medida y el acceso a justicia en pos de una decisión razonable y justa, en el fallo se ordenó la partición del bien descripto como Rodado marca Case, Modelo 2399, Tipo Cosechadora, motor marca Cummins, modelo año 2007, autorizando a la señora M.E.M. a la venta de dicho bien, con la salvedad que de recibir una oferta, deberá hacerla conocer al tribunal, el cual otorgará un plazo de diez días corridos a los fines que el ex cónyuge iguale o mejore la oferta, en cuyo caso será preferido en el derecho de compra.