Marcelo Parrilli, el abogado de la familia de Celia Carman y Vanina González, quienes murieron en 1999 al ser chocadas por Sebastián Cabello, dijo hoy que el condenado “no estaba inhabilitado” para conducir, ya que cumplió con los diez años de prohibición dispuestos por la Justicia.
Parrilli explicó que la inhabilitación de 10 años a la que fue condenado Cabello debe computarse desde el día del hecho, el 30 de agosto de 1999, y no desde que se dictó sentencia, por lo que desde agosto del 2009 el joven está “técnicamente habilitado” para manejar.
No obstante, el letrado dijo que a su criterio Cabello no puede tener una licencia para conducir por otros motivos: “No reúne las condiciones mínimas y equilibrio como para conducir vehículos”, opinó.