“La concentración del poder económico provoca injusticia social y carcome la paz entre los pueblos alentando discursos xenófobos y respuestas violentas”, advirtió la cumbre cooperativa latinoamericana
Las Conferencias Regionales de Cooperativas de las Américas son el más importante evento cooperativo anual continental. Son un momento de encuentro, debate e intercambio de experiencias sobre los temas más relevantes para el presente y el futuro del cooperativismo en la región de las Américas, del que participan representantes de cooperativas y de organizaciones o instituciones vinculadas con ellas provenientes de todos los países del continente.
Estos encuentros funcionan además como una caja de resonancia en la que las problemáticas más acuciantes que enfrentan los países de la región lationamericana se presentan y son debatidos, ingresando finalmente algunos de ellos en una declaración final en la que se señalan los acuerdos globales sobre los cuales todas las delegaciones prestaron su apoyo. La última de estas cumbres continentales cerró el mes pasado en ciudad de Panamá, oportunidad en que el movimiento cooperativo americano emitió una declaración rechazando el modelo de globalización hegemonizada por el capital financiero. “Está poniendo en riesgo los acuerdos internacionales en base a los cuales los seres humanos intentamos convivir en paz, dando lugar a discursos xenófobos y belicistas”, consideró el cónclave.
Tal modelo promueve “la concentración del poder económico, provoca injusticia social y carcome la paz entre los pueblos”, dijo el documento final. Un camino “que tiene como resultado una profundización aún mayor de la desigualdad y la exclusión”, que alienta “propuestas xenofóbicas” y respuestas violentas en algunos sectores sociales.
La declaración fue aprobada en el marco de la LXVI reunión ordinaria del Consejo de Administración Regional de Cooperativas de las Américas, realizada en la mencionada ciudad, entre el 14 y el 17 de febrero pasados.
Luego de realizar un conjunto de consideraciones sobre las consecuencias previsibles de algunas de las evoluciones más recientes en el contexto político y económico mundial y sobre el potencial del cooperativismo en la generación de un modelo alternativo que combata la exclusión y favorezca la democratización de la economía y la construcción de la paz, el documento afirma, en su parte declarativa, que Cooperativas de las Américas:
n Repudia la construcción del muro en la frontera entre México y EEUU y toda política que, sustentada en discursos xenófobos, racistas y belicistas, promueva la discriminación y la concentración del poder económico en un territorio en detrimento del desarrollo sostenible global.
Con cooperación interamericana y democratización de la economía nuestro continente podrá presentar al mundo un modelo de diálogo, inclusión y paz, alternativo a la globalización financiera, la inequidad y las propuestas xenófobas.
n Solicita a todos los Estados parte el pleno respeto de los compromisos asumidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, las Cartas de las Naciones Unidas y de la OEA, en particular el compromiso de aunar esfuerzos para lograr que impere la justicia social internacional en sus relaciones y para que sus pueblos alcancen un desarrollo integral, como condiciones indispensables para la paz y la seguridad.
n Se compromete a promover la paz en todo el continente a partir de los valores del cooperativismo como modelo que se fundamenta en la solidaridad, la reciprocidad y la responsabilidad comunitaria.
n Se compromete a promover que las cooperativas colaboren en la lucha por el acceso igualitario a servicios y oportunidades de las personas migrantes y refugiadas de todo el mundo.
Finalmente, solicita a todas las organizaciones miembros de Cooperativas de las Américas la difusión de esta Declaración, acompañada de la Declaración de la IV Cumbre Cooperativa de las Américas, aprobada en Montevideo en noviembre de 2016, en la que se señalaba que “los alarmantes datos acerca de la desigualdad en la distribución de la riqueza a escala mundial son el resultado de procesos ligados a enormes desequilibrios de poder a escala planetaria”, y que “alcanzar las aspiraciones de igualdad y equidad que inspiran nuestro movimiento requieren de una acción consciente y sistemática. No cabe lugar ni tiempo para ingenuidades. La disputa es económica, social, cultural, comunicacional, política, territorial y ambiental”.
La declaración concluye afirmando que “con cooperación interamericana y democratización de la economía nuestro continente podrá presentar al mundo un modelo de diálogo, inclusión y paz, alternativo a la globalización financiera, la inequidad y las propuestas xenófobas”.