Médico anestesista no es empleado del hospital

Luego de un profundo análisis del desarrollo de la relación habida entre un médico anestesista y el Hospital Italiano, la Sala Laboral del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) rechazó la demanda al concluir que el accionante se desenvolvió como un trabajador autónomo. [privado] El Tribunal de Mérito estableció la relación subordinada entre Francisco Horacio Figueroa y la demandada al hacer operativa la presunción de contrato de trabajo por entender que no fue desvirtuada por prueba en contrario, señalando que la accionada no logró acreditar que el actor estuviera vinculado por un contrato de locación de servicios. El impugnante se agravió porque el juzgador prescindió del análisis sobre el comportamiento de las partes a lo largo de una década, así como de la informativa a la Asociación de Anestesiología, Clínica del Prado, Hospital Materno Provincial y documental -recibos de honorarios del galeno- que acreditan que se trató de un profesional autónomo que laboraba para distintos nosocomios. A su turno el Alto Cuerpo, integrado por Luis Enrique Rubio -autor del voto-, Carlos García Allocco y Domingo Juan Sesín, señaló que “la situación exige ser examinada con cautela porque las características de algunas actividades hacen posible que las mismas prestaciones profesionales sean contratadas indiferentemente tanto por el régimen de trabajo dependiente como por el autónomo”, y destacó que “en el subexamen y por sus matices, es menester recuperar el referente del libre acuerdo de voluntades con finalidad reguladora del vínculo habido; es la autonomía de las partes la que ha fijado su tipo, insertándola en el ámbito de la labor independiente”. Se añadió que “hay que tener especialmente en cuenta que se trata de un profesional altamente calificado que no ‘necesita’ con la intensidad típica de la generalidad de los casos, de la protección de las normas imperativas, como sucede cuando el contenido del contrato individual es producto de la imposición unilateral del dador de trabajo”. Así, se subrayó que “no se encuentra la nota de subordinación jurídica en la vinculación en análisis, lo cual resulta dirimente si se pretende ubicar la relación dentro del marco normativo de las leyes laborales”. Relevantes De tal modo, el fallo refirió que “resultan relevantes algunas particularidades que fueron marcadas por los testigos, que no se vinculan con la sujeción a directivas jerárquicas”, precisando “por ejemplo la Sra. Caminos relató que no hay horario asignado para ningún médico, sino que los coordina cada servicio; el Sr. Almerich dijo que el dinero recaudado por el equipo de anestesiología iba a un fondo común y se distribuía entre sus integrantes luego de abonar los gastos, los horarios y vacaciones eran organizadas por el jefe del servicio y autorizados por la clínica; la Sra. Centeno refirió que los médicos no marcaban tarjeta”, en tanto “la pericial contable da cuenta de la facturación -no correlativa- bajo la forma de honorarios -variables- y la situación ante los organismos fiscales -IVA responsable inscripto y luego monotributista”. Además tuvo en cuenta que “podrán ser interpretados los hechos como demostrativos de la dependencia o de la autonomía, pues la propia actividad del anestesista requiere de pacientes para cirugía u otro acto que requiera adormecimiento, la que se desarrolla dentro de una organización de medios personales y materiales con fines propios”. Sin embargo, se consideró que “lo que decide la cuestión es la voluntad de las partes, quienes regularon sus conductas durante doce años de manera independiente”, enfatizando que “las notas que aparecen como de subordinación son las necesarias para el ejercicio de la profesión dentro de una estructura preexistente que es la de la demandada”. Aspectos Al mismo tiempo destacó otros aspectos como “el prolongado lapso -3 años residente y 12 años médico de planta- durante el cual el galeno no se consideró dependiente del Hospital, ya que no exigió recibos de sueldo, registración, ni efectuó reclamo alguno relacionado con su status jurídico”, concluyendo que “todo, constituye una presunción en contra de la relación laboral alegada al demandar y coloca el caso en el ámbito del trabajo autónomo”, sin dejar de apreciar que “el silencio del Dr. Figueroa no puede ser concebido como renuncia a sus derechos, pero también lo es que tal principio debe ceder ante la exigencia de seguridad jurídica cuando el tiempo transcurrido en una determinada situación lleva a entender que la misma ha sido consentida”. Autos: “FIGUEROA FRANCISCO C/ SOCIEDAD DE BENEFICENCIA HOSPITAL ITALIANO Y OTRO – ORDINARIO - DESPIDO” RECURSO DE CASACION 96615/37

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