ESCUCHARRelevó varias empresas del sector asociativo en Santa Fe, para un estudio que abarca también otras regiones similares en el resto del mundo. Destacó el optimismo en cuanto a la perdurabilidad de las fuentes laborales, a diferencia de Europa, donde se vive ”un clima parecido al de aquí en 2001”.
El secretario general de la Organización Internacional de las Cooperativas de Producción Industrial, Artesanal y de Servicios (Cicopa), Bruno Roelants, dijo que el asociativismo tiene que ir contra el prejuicio de que ese tipo de empresas sólo “son para generaciones anteriores o que a los jóvenes no les interesan, si en realidad cuando están bien entendidas son muy atractivas para que puedan desarrollarlas como algo moderno, novedoso y que ayuda a la innovación empresarial”.
Durante su visita a Argentina, Roelants dijo que Cicopa, que nuclea a 80 mil empresas en todo el mundo -la mayoría pymes pero también grandes corporaciones como la vasca Mondragón- “viene poniendo eje en la comunicación, invirtiendo en ese área más que en tiempos anteriores”, y señaló el avance que la economía solidaria realizó en ese campo en los últimos años en nuestro país.
De paso por Santa Fe, el referente internacional del cooperativismo de trabajo visitó varias experiencias en el marco de un estudio a escala mundial cuyos resultados serán presentados en octubre, en una cumbre mundial en Quebec, Canadá. La comparación será con regiones similares socioeconómicamente, ubicadas en Brasil, Sudáfrica, Italia, País Vasco, India, Japón, Korea, Estados Unidos y Canadá.
”Se nota una presencia muy fuerte de las cooperativas, se palpa sobre todo en las zonas agrícolas, con una Argentina muy desarrollada a partir de pequeños y medianos productores agrupados en ese tipo de empresas”, especificó, aunque amplió que es muy importante la presencia en esa zona de instituciones nacionales como la Federación de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina (Fecootra) y la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar).
Roelants mantuvo varios encuentros con directivos de distintas empresas, entre ellas el Grupo Sancor y la metalúrgica 7 de Mayo, para indagar sobre cómo las cooperativas contribuyen a generar empleos, a mantenerlos y a incidir en ese ítem indirectamente en su región de influencia.
También se reunió con el subsecretario de Asociativismo provincial, Alfredo Cecchi, y visitó Sunchales, “capital nacional del cooperativismo”. “Me fui muy impresionado de allí, que es donde hay más concentración de cooperativas y eso hace pensar que influye en la comunidad, incluso sobre la seguridad pública. Muy cerca de Rosario, que es una de las ciudades más criminales, Sunchales es una de las más pacíficas”.
Crisis
“Nos afecta igual que a todos, aunque en general tenemos mayor resiliencia”, ratificó Roelants respecto de cómo sobreviven las cooperativas y las pymes en general al desfalco financiero con alto impacto económico y social que sufren las sociedades del Norte.
“En algunos países y sectores estamos muy mal, como en Italia, donde la construcción está en crisis severa porque, si el Estado no paga o no hay actividad, no somos súper-empresas, no podemos resistir”, expresó el dirigente, autor del libro El capital y la trampa de la deuda.
En cuanto al clima general que se vive en aquella región, apuntó: “Crece oposición a la troika. Hay un enojo cada vez más fuerte pero que en realidad es una frustración que no se transformó todavía en acción. Veo algo similar a Argentina antes de 2001, una atmósfera de tensión, sin salida todavía”.
Las cooperativas se presentan como alternativa a la crisis global
“En esta crisis global, los países centrales están en una fase financiarizada y altamente tecnificada, y todos los actores de la economía están muy endeudados”, apuntó Claudia Sánchez Bajo, autora, junto con dirigente mundial de cooperativas de trabajo Bruno Roelants, de El capital y la trampa de la deuda.
Aprendiendo de las cooperativas en la crisis global, un texto que analiza la resistencia de las cooperativas en la crisis global y las estrategias para hacerle frente, así como su esquema de control, que fue presentado ayer en el Hotel Bauen de la ciudad de Buenos Aires.
“Tomamos cuatro casos de empresas que se transforman en cooperativas. Uno de ellos, el francés, es muy interesante”, indicó la autora y traductora del libro en referencia a Mondragón, en España; Natividad, en México; Desjardins, en Canadá; y Ceralep, en Francia.
El capital y la trampa de la deuda fue editado por primera vez en 2011 en lengua inglesa y traducido en castellano este año por la Intercoop, que organizó la presentación.
“Está orientado al público en general, buscando entender la crisis, y todos los que participan en el estudio de la economía política, la gobernanza corporativa, estudios de desarrollo y cooperativas”, señaló la editorial cooperativa sobre el texto, que cuenta con nueve capítulos y un prólogo del investigador Ian Macpherson.
