Recreación, deporte, movilidad, y cuidado del medio ambiente son sólo algunas de las ventajas que ofrecen estos sistemas. Por Departamento de Estudios
de GRUPO EDISUR
as ciclovías no son otra forma de transporte urbano sino una manera distinta de vivenciar la ciudad. Se destacan proyectos como el implementado en la ciudad de Bogotá, Colombia, enfocados a la solución del transporte como parte integral y fundamental de un nuevo modo de vida.
El principal reto a la hora de plantear un sistema de ciclovías en una ciudad es darle el valor público necesario para que se considere como un proyecto a largo plazo capaz de impulsar la recreación, el deporte, la movilidad y el cuidado por el medio ambiente.
Un sistema de vías adecuadas para la movilización en bicicleta representa un programa de política pública que toma un papel central en el desarrollo urbanístico de las ciudades.
En Bogotá, el sistema de ciclovías se creó mediante el programa “Formar Ciudad” del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), creado en los años 1995 y 1997.
En su inicio, buscaba “construir un sistema de ciclovías permanentes en el Distrito Capital, que articulara el sistema hídrico y el sistema verde metropolitano como medio de recreación”, según describe el especialista Carlos Andrés Echeverry en un informe titulado “Evaluación de las CicloRutas como política pública en Bogotá: estado actual y retos”, del año 2012.
Más adelante, con el Plan de Desarrollo 1998 – 2001 “Por la Bogotá que queremos”, el sistema de ciclovías cobró relevancia como una alternativa de movilidad para los ciudadanos; es decir, dejaron de ser únicamente un tema de recreación y cuidado ambiental y pasaron a formar parte del capítulo de Movilidad en el Plan de Desarrollo.
En 2012, las CicloRutas en Bogotá se posicionaron como medio de transporte para un gran número de ciudadanos, siendo una alternativa cómoda, segura y rápida, que complementa la red vial de la ciudad. Como afirma el IDU: “Su excelente aceptación por la ciudadanía ha generado un cambio de conciencia ciudadana para ver en la bicicleta un vehículo de transporte cotidiano y en las CicloRutas, un espacio de movilización”.
El modelo
El sistema de CicloRutas implementado en Bogotá es uno de los más extensos del mundo, con 354 km. de vías construidas y 200 mil usuarios diarios. El 1,7 por ciento de la población adulta de la ciudad utiliza el sistema diariamente y 6,8 por ciento lo hace semanalmente.
En sus inicios, fueron proyectadas con el objetivo de lograr un cambio positivo en el medio ambiente, generar espacios de recreación y mejorar la imagen de la ciudad para promover el turismo. Se convirtió luego en el programa bandera de la movilidad bogotana, siendo la principal alternativa de política pública en pro del transporte sostenible.
Según un estudio realizado en 2010, el sistema de CicloRutas es viable tanto en términos económicos como de salud pública. Esto significa que representa un beneficio para los usuarios, que están dispuestos a pagar por su mantenimiento y ven en él una fuente de salud pública.
Evolución y actualidad
Los 450 mil viajes en bicicleta que se hacen a diario en la ciudad corroboran por qué Bogotá es un ejemplo para el mundo de movilidad sostenible.
Según una encuesta de movilidad, entre 2005 y 2011 aumentó el número de viajes que diariamente se hacen en bicicleta, pasando de 285 mil a 450 mil. El estudio señala que los principales motivos de viaje en bicicleta son ir al trabajo, a estudiar y volver a casa. El tiempo promedio de los viajes es de 25 minutos, mientras que el del vehículo particular es de 33 y el del transporte público tradicional 56. En promedio, un ciclista bogotano recorre a diario una distancia de siete kilómetros aproximadamente.
Junto con los 450 mil viajes diarios, la red de 376 kilómetros de CicloRutas, la jornada del Día sin carro, la Ciclovía dominical, la Ciclovía nocturna y el importante número de colectivos que promueven la bicicleta explican por qué Bogotá se ha convertido en un ícono mundial de la promoción del uso de la bicicleta como modo de transporte alternativo.
Bogotá es visitada por cientos de personas que cada año llegan a la ciudad a conocer la infraestructura que existe para los ciclistas, participar de eventos o para tener una experiencia en bicicleta. Ello ha permitido que sea catalogada como una de las ciudades más amigables para los ciclistas.
La participación del Estado ha sido fundamental para lograr este objetivo, ya que existe la firme intención de aumentar las condiciones de seguridad y de confort del ciclista para hacer que más ciudadanos opten por este modo de transporte.
Las ciclovías del mundo
Los sistemas de ciclovías en otras ciudades del mundo presentan algunas similitudes y también diferencias.
En París, por ejemplo, el sistema tiene costo cero para la ciudad, ya que se financia mediante contratos de publicidad (por 10 años) y las tarifas de los usuarios (suscripciones).
El servicio está diseñado para cubrir distancias cortas. Las estaciones están distribuidas aproximadamente cada 300 metros en toda la ciudad, especialmente en las estaciones de transporte público.
En Barcelona, el servicio está diseñado para realizar distancias cortas y medias. Existe una tarifa de penalización por cada hora que se exceda de las dos horas autorizadas para el servicio, correspondiente a un recargo por no devolver la bicicleta 24 horas después de haberla retirado de la estación y un costo adicional para obtener nuevamente la tarjeta de usuario.
El sistema tiene un seguro de responsabilidad civil por los daños que puedan ocasionar a un tercero, así como los daños que pueda hacerse el mismo usuario.
En Montreal, el objetivo es estimular a ciudadanos y turistas a usar las bicicletas públicas para viajes cortos dentro del centro de la ciudad. El mantenimiento de las bicicletas de alquiler del sistema de transporte alternativo está a cargo de estudiantes -dentro del programa de práctica de economía solidaria-, quienes se desplazan por las diferentes estaciones en busca de las bicicletas averiadas. El sistema se inició en el centro de la ciudad y luego se fue expandiendo.
En Río de Janeiro, se buscó proporcionar una alternativa de transporte individual que no contamine, sea saludable y de bajo costo. Para que el sistema sea autosustentable, además de los ingresos publicitarios, cada bicicleta debe hacer cuatro viajes al día. El equilibrio del negocio se alcanza con el alquiler de 200 a 300 bicicletas diarias.
En Santiago de Chile, la meta fue generar mayor uso de la infraestructura existente para bicicletas, a partir de un sistema de transporte orientado al último tramo de un viaje. El tiempo máximo de uso es de 60 minutos por viaje por bicicleta. El sistema es financiado 100 por ciento por la Municipalidad mediante un subsidio.
En México DF, el sistema sirve como complemento al transporte público, fomentando la intermodalidad con los sistemas Metro y Metrobús. Se promociona como una alternativa a usar automóvil en viajes cortos.
Programa “Pedaleá por Bogotá”
Implementado en 2011 y vigente hasta la actualidad, se creó con el fin de incentivar el uso de la bicicleta para promover nuevas conductas y hábitos de vida saludables que mejoren la interrelación entre los ciudadanos y sus actividades cotidianas. Se estructura sobre tres ejes:
1. Bici-eventos: son actividades de gran impacto mediático que buscan visibilizar la bicicleta como una alternativa de desarrollo humano y como elemento cultural, recreativo y deportivo constructor de identidad de ciudad. Incluyen exhibiciones deportivas y recreativas en bicicleta, exposiciones fotográficas, ciclo paseos y foros de discusión.
2. Bici-activos: son actividades reguladas, secuenciales y continuas que permitan a todos los bogotanos acceder de una forma lúdico-pedagógica a la bicicleta como elemento formador y transformador de ciudad, mediante un marco de inclusión, calidad de vida y conciencia ambiental.
3. Iniciativas de la bici: son ejercicios de participación ciudadana e institucional que permiten construir lineamientos y políticas que direccionan los procesos de movilización en torno a la bicicleta y a su importancia en el desarrollo humano.Los beneficios de las CicloRutas
Socio-ambiental. Las CicloRutas contribuyen al cuidado medioambiental, por cuanto se trata de un sistema de transporte alternativo que no produce utilización de hidrocarburos, ayudando a la conservación de los recursos naturales no renovables. También se deben tener presentes los efectos positivos sobre la salud física y mental de las personas que implica el movilizarse en bicicleta.
Económico Tecnológico. El bajo costo económico de la implementación de las CicloRutas es otro de sus aspectos distintivos. Con una baja inversión de capital, se brinda una solución a la problemática del transporte e indirectamente a una serie de problemas económicos y sociales que afronta la población de una ciudad como Bogotá. Además, la manufactura de bicicletas no presenta mayores inconvenientes y ayuda a detonar ventajas como la producción de bicicletas con tecnología autónoma y local, que asegura efectos multiplicadores sobre la producción y el empleo nacional.
Sin duda son multiples los beneficios por la utizacion de la bicicleta en sus diferentes modalidades. Las ciclorutas pareciera que complican la movilidad en otros medios de transporte. En este caso se generan. conflictos de uso con otros medios de transporte ahi hay que actuar con mesura y cuidado.