El proyecto superaba sin obstáculos el trámite en la Cámara Alta, con votos del oficialismo y de los senadores neuquinos. Críticas de la oposición. Ahora pasará a Diputados, que tendrá 30 días para aprobarlo.
El Senado se encaminaba a aprobar ,pasada la medianoche, el proyecto que ratifica el acuerdo entre el Gobierno y Repsol por la expropiación de YPF, con los votos del oficialismo y aliados más senadores neuquinos.
La sesión comenzó a las 13,25 y el oficialismo confiaba en aprobar la iniciativa con votos propios, aliados y del Movimiento Popular Neuquino (MPN), mientras que UCR y FAP-UNEN votarían en contra, y el Peronismo Federal optaría por la abstención, al igual que el PRO.
La iniciativa enviada por el Poder Ejecutivo avala el acuerdo por el cual el Gobierno compensará a la petrolera española con 5.000 millones de dólares más intereses por la expropiación del 51 por ciento de las acciones de YPF.
La UCR y el interbloque FAP-UNEN votaron en contra por considerar que YPF no fue correctamente tasada y que por ello no es exacto el monto de 5 mil millones de dólares que Argentina pagará a Repsol como compensación.
El argumento del oficialismo es que se trató de un acuerdo “amigable” y que por ello el veredicto del Tribunal de Tasaciones no es un elemento de relevancia para fijar un precio.
El senador del MPN, Guillermo Pereyra -quien, junto a Lucila Crexell, anunció su voto favorable-, fue el encargado de abrir el debate en su calidad de titular de la Comisión de Energía, Minería y Combustibles, en la cual fue analizado el proyecto.
Pereyra sostuvo que este acuerdo “cambia todo” y destacó que “es la oportuniad para el desarrollo energético de la República Argentina, para comenzar a transitar el camino del autoabastecimiento”.
Además, defendió la compensación que pagará el país al señalar que “en el balance de Repsol, la expropiación estaba tasada en 5.000 millones de euros, que son 7.000 millones de dólares”.
No tiene precio
En contrapartida, el senador radical Ernesto Sanz remarcó que “el precio lo fija un tribunal de tasación y hasta el día de hoy carecemos de eso”, para sostener luego que “hay un sobreprecio de mala praxis”. Agregó que el acuerdo implica 5.000 millones de dólares “en un país donde no pueden empezar las clases porque no hay plata para los maestros”. No obstante, reconoció avances en la producción y en la exploración desde que la empresa es gestionada por el Estado.
A su turno, Fernando “Pino” Solanas, del interbloque FAP-UNEN, cuestionó que no se le facture a Repsol el pasivo ambiental. Señaló que “hay gobiernos que no tienen el coraje ni la dignidad de hacerse respetar, porque ninguno fue capaz de exigirles a las petroleras el cumplimiento del contrato”.
“Esto es colonia de cuarta, cada uno viene y se lleva lo que quiere. Se llevaron los 35 años de reservas de gas”, agregó Solanas durante su discurso.
La senadora del Peronismo Federal Liliana Negre de Alonso fue la encargada de anicipar que ese interbloque optará por la abstención y la justificó al señalar que “se banalizó el debate, el deber de informar al Poder Legislativo, las consecuencias del acuerdo y su impacto sobre las provincias no petroleras”.
En tanto, el senador del PRO Diego Santilli sostuvo que “votar afirmativamente es convalidar un proceso que comenzó mal y que no tomó en cuenta, entre otras cosas, los pasivos ambientales” y “votar de manera negativa significa validar el apropiarse de una empresa sin pagarla”.
Tras la aprobación del Senado, el proyecto pasará a la Cámara de Diputados, que tendrá un mes para abocarse a su tratamiento debido a que el 1 de mayo es la fecha tope pactada en el convenio con la empresa española para que el acuerdo obtenga aval del Congreso.