La industria utilizó en diciembre pasado 63,8% de su capacidad instalada, según informó ayer por la tarde el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), dato que muestra una leve baja respecto al 64% del mismo mes del año anterior y es el registro más bajo desde enero (57,5%). La caída está en línea con la merma que mostró la producción durante el último trimestre, cuando se evidenció el problema del “cepo” a los insumos importados para las fábricas.
La merma registrada en diciembre refleja la misma tendencia que los datos del Índice de Producción Industrial Manufacturero del organismo, para el mismo mes. La producción de manufacturas mostró un crecimiento acumulado de 4,3% en 2022, después del 15,5% que había dejado un 2021 pospandemia. Sin embargo, diciembre dio una caída interanual de 2,7%, y de 1,2% respecto a noviembre.
El organismo estadístico detalló que los bloques sectoriales que presentan utilización de la capacidad instalada (UCII) superiores al nivel general son refinación del petróleo (85,1%), industrias metálicas básicas (81,3%), sustancias y productos químicos (70,6%), productos minerales no metálicos (69,8%), papel y cartón (67,6%) y productos alimenticios y bebidas (63,9%).
Por otro lado, se ubicaron debajo del nivel general metalmecánica excepto automotores (54,6%), productos del tabaco (52,6%), edición e impresión (51,6%), productos de caucho y plástico (47,2%), industria automotriz (44,9%) y productos textiles (43,7%).
El indicador del Indec sobre la UCII en la industria mide la proporción utilizada, en términos porcentuales, de la capacidad productiva del sector. En general, entre diciembre y enero (meses de vacaciones) el uso de la capacidad instalada muestra un movimiento a la baja. El relevamiento comprende un panel de entre 600 y 700 empresas.
La alta inflación, las dificultades para conseguir insumos o repuestos importados, así como la suba del dólar paralelo (que incentiva la especulación y el resguardo de valor en el mercado financiero) atentan contra el desempeño de la industria, lo que -a su vez- genera la posibilidad de que se repita la tendencia decreciente.