Por Nahúm Mirad / [email protected]
Cuando falta menos de un mes para que venzan las facultades delegadas al Poder Ejecutivo, que incluyen la de fijar el nivel de retenciones agropecuarias, la heterogénea oposición no puede consensuar sobre el tema. Alterar las condiciones de “la caja” estatal es algo que se vuelve en contra, a la corta o a la larga, si no se modifican condiciones estructurales que implican un plan estratégico para un sector central de la economía.
La pirotecnia discursiva sobre el tema que se da por estos días rememora el “conflicto por la 125”. Los mensajes de textos ahora son reemplazados por el twitter, pero los argumentos e intereses en juegos son los mismos y la estrategia tanto del Gobierno como del agro es contener a los sectores menos concentrados en su plataforma de alianzas para “controlar” la renta agropecuaria.
En su duro discurso contra el Gobierno en La Rural, el máximo referente de la SRA, Hugo Biolcati, mostró la disposición a dar la batalla para eliminar las retenciones, pero también la dificultad de la mesa de enlace de contener a los pequeños productores, los que recibieron varios “guiños” de parte del dirigente. Por su parte, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, dijo: “El sujeto agrario a defender es el que trabaja la tierra. Queremos más producción con más productores”.
Ayer, diferentes pymes de la agroindustria se sumaron a cuestionar una baja en las retenciones: “Cualquier modificación traería subas en los precios que perciben los consumidores”.