Rebelión en el interior por el alza de la tarifa eléctrica: piden medidas y un costo uniforme

Fedecom habló de “desesperación e impotencia” en el comercio por los incrementos. Reclamaron que la Provincia intervenga y nivele los valores con EPEC. Hubo episodios de tensión. ¿Por qué hay tamaña diferencia entre capital y muchas cooperativas del interior?

La fortísima suba que experimentaron las facturas eléctricas, particularmente el de las cooperativas del interior de Córdoba, generaron ayer un nuevo pico de tensión entre usuarios, cámaras empresariales y comercios en general, que apuntaron a las enormes diferencias entre los valores que pagan los clientes de la EPEC y los del interior en general.

La situación, que ayer se viralizó a través de un posteo en redes sociales de un comerciante de Huinca Renancó que fue con una carretilla llena de billetes de 100 y 200 pesos para abonar una factura de 840 mil pesos para su fábrica de chacinados y 250 mil pesos para su domicilio particular, sólo fue una metáfora del panorama que se vive en el interior.

En ese marco, ayer, la Federación Comercial de Córdoba (Fedecom) emitió un documento bajo el título “desesperación e impotencia en el sector comercial por el costo de la energía”.

El comunicado habló de la “preocupación por el impacto que tendrá en los pequeños y medianos comercios el incremento en las facturas de energía eléctrica que se verán reflejados en el consumo del mes de febrero”, punto que fue el denominador común entre los dirigentes empresariales de más de 40 ciudades y localidades de la provincia de Córdoba, adheridos a la Fedecom, que participaron de la primera reunión de

Consejo General de 2024.

Reunidos en la ciudad de Río Cuarto, concluyeron que la falta de medidas

contundentes para acompañar al sector en una Provincia con costos elevadísimos de

energía, pone en riesgo la continuidad de las pymes cordobesas y, por ende, de las

fuentes de trabajo que generan.

En ese sentido, los dirigentes consideraron que los recientes anuncios del Gobierno

provincial (un plan de pago en cuotas, con interés, para la diferencia entre la tarifa

vigente en enero y la de febrero) no son suficientes considerando la coyuntura que

atraviesan las pymes cordobesas.

“Insistimos en que el costo debe ser el mismo en toda la provincia, EPEC y las

cooperativas que prestan servicios al 70% del territorio deben transparentar sus

cuentas y compartirlas con los asociados, porque si vamos a un ajuste, debe ser parejo

para todos. Los consumidores debemos ser eficientes pero los prestadores también”,

indicó Fausto Brandolin, presidente de Fedecom, en relación a los pedidos que realizaron

los dirigentes empresariales.

“La actividad comercial y de servicios es la que más aporta a las arcas del Estado

provincial. Sin ir más lejos, alrededor del 80% de la recaudación del Gobierno de la

provincia de Córdoba viene de la mano de Ingresos Brutos, y el ocho por ciento del impuesto a los

Sellos”, agregó.

“La recesión en la que estamos desde hace casi dos años puso al sector al borde del

abismo. Hoy tenemos dentro de las facturas de energía cargos como el OIM (alumbrado público), el Fodep, que es un fondo específico para obras, y otros, atados al costo de la energía, que se magnifican de manera exponencial”, indicó el comunicado.

“Exigimos que el Gobierno provincial y las distintas municipalidades tomen acciones al

respecto”, reclamó.

“Estamos cansados de ser siempre los que ponemos de nuestra parte. Esta suba en las

tarifas es imposible de trasladar a nuestros consumidores, por lo tanto, atenta

directamente contra nuestra rentabilidad”, añadió.

Para finalizar, agregó: “Somos conscientes de la problemática actual y defendemos el

cambio de rumbo del país, pero ha llegado el momento de revisar los números. Todos

los comerciantes y consumidores de energía debemos exigir transparencia en las

empresas públicas y cooperativas, porque en algunas es un misterio lo que cuestan los

dirigentes y prebendas que se aplican desde hace décadas. Hoy la situación obliga a

revisar y hacer público esos números. Como consumidores y dueños de las cooperativas

debemos exigirlo en cada ciudad”, concluyó el documento.

El porqué de las diferencias

Para entender el panorama hay que sumar elementos que ayuden a clarificar el tema.

Por lo pronto, hubo un fortísimo aumento del valor de la energía mayorista aplicado por la Secretaría de Energía de la Nación y en el marco de la política para reducir los subsidios y contribuir al equilibrio fiscal.

Ese aumento que promedió el 100% para usuarios residenciales N1 -sin subsidios- pero también para comercios y pymes, se aplicó con los consumos desde febrero.

El impacto del aumento en el precio de la energía mayorista llegó a todos por igual, esto es EPEC y las cooperativas y representa cerca del 35% del valor final de la factura. De hecho, la suba fue de más del 400% pero en la práctica impactó en un 100% promedio.

A ese aumento hay que sumarle el denominado Valor Agregado de Distribución (VAD) que tanto EPEC como las cooperativas cobran por distribuir el servicio.

Allí sí hay una diferencia sustancial. En el caso de EPEC, pese a tener cerca de un millón de usuarios, la mayoría está radicada en la ciudad de Córdoba. Así, el costo se acota en función de la densidad poblacional.

Respecto a las cooperativas, el Ente Regulador de los Servicios Públicos (Ersep) que es quien regula tanto a EPEC como a las 204 cooperativas del interior, las dividió en tres grupos.

Esa categorización tiene que ver con la realidad de cada una. Hay entidades que tienen muchos clientes en un radio geográfico relativamente acotado y otras que, por el contrario, deben atender a pocos usuarios en sectores rurales distantes que exigen un costo mayor.

En esa línea, los valores del kilovatio son diferentes en cada caso, con distancias ciertamente importantes que llegan hasta cuatro veces más respecto a EPEC en algunas cooperativas.

Plazos de facturación

Sin embargo y más allá de esas diferencias, el punto que llevó al enojo y preocupación de los usuarios del interior fue la clara distancia entre las facturas que llegaron a clientes del interior en relación a los de la EPEC.

Es allí donde talla un factor clave: mientras las cooperativas facturan a sus clientes las lecturas por consumos en este caso de febrero, con el impacto del aumento pleno de la energía mayorista, EPEC envía las facturas con mucho más demora respecto al período del consumo leído.

En definitiva, los usuarios de la EPEC aún no recibieron plenamente el aumento aplicado por la energía mayorista mientras que las cooperativas ya lo aplicaron plenamente.

En el medio, está siempre vigente la idea de crear una suerte de fondo compensador para equilibrar los valores que pagan los usuarios del interior respecto a los clientes de la EPEC.

Esa estrategia, que ya tiene varios años, nunca se terminó de concretar.

Ahora, con el alza contundente del valor de la energía que de hecho se replicará desde mayo, la idea vuelve a ser tema de debate.

Con todo, las dudas aparecen: quién pondrá la diferencia para equilibrar esos valores.

Tensión

Por lo demás, el panorama por las abultadas facturas que llegaron a usuarios residenciales y comercios del interior, generaron duras críticas y momentos de tensión en reuniones explicativas que dirigentes de FACE y Fecescor, las dos entidades que nuclean a las cooperativas.

“Hubo fuertes cruces con comerciantes pese a las explicaciones que tratamos de trasladar”, admitió a Comercio y Justicia una fuente del sector cooperativo.

“Hay gente que incita a no pagar la factura”, reconoció al tiempo que graficó que muchos usuarios, principalmente residenciales, recién ahora se percatan de que debieron anotarse en el RASE para no ser considerados N1, esto es usuarios sin subsidios.

“En el interior, hasta el 70% de los clientes figuran como N1 cuando está claro que no tienen ni los ingresos ni el patrimonio para estar en ese grupo”, concluyó el informante.