La recaudación tributaria a lo largo de 2016 superó 2,07 billones de pesos y creció 27,7% interanual, alentada por el ingreso extraordinario de fondos provenientes del pago de penalidades del blanqueo de capitales, que compensó la baja registrada en el impuesto a las Ganancias, en el impuesto al Valor Agregado (IVA, por su devolución) y la eliminación de las retenciones a las exportaciones de maíz y trigo y a las economías regionales.
Ese resultado se obtuvo luego de que diciembre cerró con una recaudación récord de 275.542,2 millones de pesos, 90% más que en el último mes de 2015 -más de 93.000 millones provenientes del “blanqueo”-.
“Hemos cumplido ampliamente la meta, en un contexto de retroceso de la economía y reducción de la carga impositiva”, dijo ayer el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Alberto Abad, en conferencia de prensa.
El funcionario precisó que la recaudación de 2,07 billones de pesos representó un aumento de 7,3% respecto a las previsiones fijadas en el Presupuesto 2016.
De ese total, 106.769 millones de pesos provinieron del pago por contribuyentes que ingresaron al blanqueo de penalidades. Sin este último rubro, la recaudación de 2016 hubiera ascendido a algo más de 1,9 billón de pesos, lo que representaba un cumplimiento superior 1,7% a lo presupuestado.
Abad destacó que este “ingreso extraordinario ayudó a compensar la baja de la presión tributaria” de unos 107.000 millones de pesos provenientes del aumento del monto del mínimo no imponible de la Cuarta Categoría de Ganancias, la eliminación de las retenciones a las exportaciones de las empresas mineras, de las producciones regionales, el trigo, maíz y la merma de 5% en la soja.
También pesaron a la hora de hacer el balance final los 31.000 millones de pesos que la AFIP devolvió en concepto del cobro anticipado de Ganancias por la compra de divisas o pagos con tarjeta en el exterior concretadas en los años previos.
Sinceramiento
Respecto del blanqueo, Abad dijo se abrieron 112.000 cuentas especiales en dólares y que algo más de 1.000 millones de dólares se destinaron a la compra de inmuebles y títulos públicos.