Paritarias: Llaryora define el cierre y gremios ya apuntan todo a febrero

El Ejecutivo de Córdoba ultima la estrategia para el aumento salarial de enero que será por recaudación y no por inflación. Como los ingresos subieron menos que la inflación, la suba en los haberes se ubicaría en torno al 13%. Afectados por el receso administrativo y a la espera de una definición del Ministerio de Trabajo frente al cambio en la paritaria vigente, los estatales buscarán recomponer la caída del salario en la nueva negociación

El Gobierno de Córdoba oficializará en las próximas horas el aumento salarial para los gremios estatales que se ubicaría en torno al 13%, esto es muy por debajo del 24,19% que arrojó la inflación en la provincia y más en línea con la evolución de la recaudación que es el “gatillo” que pretende utilizar desde ahora el gobernador Martín Llaryora para el futuro.

En ese marco, los gremios estatales, no sin cierta resignación, pondrán todo el esfuerzo, incluidas medidas de fuerza por cierto, para la negociación paritaria que comenzará en los próximos días. Los sindicatos pretenden en ese contexto, recuperar al menos parte de los ingresos perdidos.

Es que con el receso administrativo hasta el 31 de enero y con los docentes sin actividad hasta bien entrado febrero, los gremios no tienen el poder de fuego suficiente para presionar el Gobierno para mantener el acuerdo paritario firmado oportunamente con Juan Schiaretti y que estipulaba aumentos salariales conforme la inflación del mes inmediato anterior.

En este caso, los estatales deberían cobrar con los sueldos de enero, un incremento del 24,19%. Desde el Ejecutivo ya anticiparon que eso no ocurrirá. De hecho, la idea de Llaryora, en función de la situación económico financiera de la Provincia, era ya desconocer el acuerdo original y pagar por debajo de la inflación en noviembre. Con todo, la presión de los sindicatos terminó por hacer desistir al Gobierno y respetar la paritaria tal como se había acordado oportunamente.

Pero la inflación se desbocó definitivamente en diciembre y la recaudación cayó en términos reales un 17%.

Con todo, en principio, la idea de la Provincia de atar la paritaria a la recaudación es a partir del aumento nominal y no del real. Así, si los ingresos en diciembre subieron un 157% interanual, el aumento a los estatales no debería superar ese porcentaje, de ahí el 13% que se aplicaría ahora con los salarios de enero.

Una alternativa sería combinar inflación o recaudación como ya se hizo tiempo atrás en la gestión de Schiaretti y aplicar uno de esos indicadores más la mitad de la diferencia que arroje el menor respecto al mayor.

Sin embargo, en función de la situación crítica por la que atraviesan las finanzas de la Provincia, arrastradas por la situación macro a nivel nacional, difícilmente se vaya a aplicar ese criterio.

En cualquier caso, los sueldos de los estatales caerán en términos reales y muy seguramente también en el año que recién comienza.

La recaudación no tiene perspectivas de mejora a valores constantes con semejante inflación y una economía en recesión. El horizonte de corto plazo es decididamente malo.

De hecho, la decisión del Ejecutivo, anticipada ya en diciembre por Comercio y Justicia, de reperfilar los vencimientos de deuda de bonos en dólares sumada a la decisión de La Rioja de emitir cuasimonedas, por ahora descartada desde Córdoba, muestran lo complicado del panorama.

Estrategia

En ese contexto, los gremios estatales mantienen una estrategia conjunta aunque con diferentes realidades.

Por lo pronto, la semana pasada presentaron un escrito ante el Ministerio de Trabajo para que la Provincia respete la paritaria original.

“Después de que el Gobierno de la Provincia de Córdoba informó que los salarios de diciembre y de enero no tendrían la recomposición salarial por inflación, prevista en el acta acuerdo firmada el 21 de septiembre del 2023, los gremios estatales rechazamos esta medida, que es absolutamente ilegal, y realizamos una presentación ante el Ministerio de Trabajo”, señaló la UEPC, uno de los gremios firmantes, en un comunicado

“En dicha presentación exigimos a la cartera laboral que intime al Gobierno a cumplir con el acta salarial, que fue el resultado de una Conciliación Obligatoria, convocada por el propio Ministerio de Trabajo, y que proceda a liquidar los haberes al personal docente conforme los términos pactados. Además, solicitamos que instruya al Ejecutivo a que convoque a la brevedad a la Comisión Paritaria Salarial para determinar las escalas correspondientes a partir del mes de febrero del presente año”, concluye el documento.

Hasta anoche no había respuestas por parte de la autoridad laboral.

En ese contexto, los sindicatos no tienen hoy la capacidad de movilización como para presionar a Llaryora para que respete el gatillo por inflación.

Con el receso administrativo dispuesto hasta el 31 de enero y con los docentes recién reintegrados a la actividad a mediados de febrero, sólo el SEP y los trabajadores de la Salud realizaron diferentes movidas, aunque en este último caso por temas que exceden la paritaria y tienen más que ver con la embestida del Gobierno respecto a la “productividad” y el “ausentismo” en el sector.

Así, la idea es poner todo el esfuerzo en la negociación de la paritaria 2024 que debería comenzar en los próximos días.

Con el inicio del ciclo lectivo a fines del mes próximo y todos de vuelta en sus puestos de trabajo, las medidas de fuerza serán la herramienta para presionar por una mejora en los haberes más acorde a la inflación.

Sin embargo, la dirigencia gremial es consciente de la coyuntura económica del país y de la que Córdoba no escapa.

La negociación se vislumbra compleja aunque Llaryora ya tiene rodaje también en ese ruedo: como intendente de la ciudad capital viene de negociar con el Suoem pero es cierto que no en un contexto económico tan complicado.