ESCUCHARLas últimas lluvias impulsaron la siembra, que ya apunta para una de las más bajas de la década. En Córdoba se está sembrando 20% menos
La siembra de trigo de la campaña 2023/24 caerá 5% respecto al ciclo pasado, hasta las 5,6 millones de hectáreas, aunque las lluvias de las últimas semanas impidieron que el recorte sea aún mayor, estimó este miércoles la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Respecto al cereal de invierno, el área implantada respecto a la campaña 2022/23 caería unas 300 mil hectáreas, mientras que la producción estimada se ubicaría en 16,2 millones de toneladas, según las proyecciones realizadas por la entidad bursátil.
No obstante, el trabajo realizado por la BCR remarcó que las lluvias que se produjeron en las últimas semanas impidieron un recorte de un millón de hectáreas en el área a implantarse.
«Por la falta de agua, la siembra de trigo argentina 2023/24 pudo haber estado entre las más bajas de la década«, explicó la entidad bursátil, pero «el evento de precipitaciones de mayo dejó acumulados que duplicaron y hasta triplicaron las medias mensuales en el este, dejando atrás escenarios de siembra que recortaban un millón de hectáreas y más aún», dijo el informe.
No obstante, la franja oeste no recibió las lluvias necesarias, por lo que el oeste de Buenos Aires, La Pampa y Córdoba son las áreas «más comprometidas para cumplir con los planes trigueros».
Así, Córdoba dejaría de sembrar unas 180 mil hectáreas en esta campaña, pasaría de 880 mil a 700 mil hectáreas, con una caída del 20,5% interanual, mientras que en Buenos Aires se estima una baja de 140 mil hectáreas (-5,5%), pasando de cultivar 2,54 a 2,40 millones de hectáreas.
En La Pampa, el recorte sería de 27%, y caería de 300 mil hectáreas sembradas en la campaña pasada a 220 mil hectáreas en el presente ciclo.
Por otra parte, la BCR volvió a recortar la previsión de producción de soja de 21,5 a 20,5 millones de toneladas.
De esta manera, la cosecha cae otro millón de toneladas en un mes y se encuentra a punto de cerrar una campaña con 58% menos de soja de la que se pensaba producir al momento de la siembra.
