Es la peor estación seca de los últimos 60 años, coinciden distintos organismos. Es imposible sembrar el grano tardío y la poca lluvia no alcanza a recomponer lo que ya se perdió. Casi la mitad de lo implantado se encuentra en estado regular o malo
La sequía y la falta de lluvias que se registra últimos meses en el país, calificada como la peor de los últimos 60 años, causó la pérdida de 20% de la soja sembrada en algunos puntos de la zona núcleo productiva argentina, como es el caso de la provincia de Entre Ríos, según un informe de la Bolsa de Cereales de ese distrito.
El año 2022, según la entidad bursátil, fue el “más seco de los últimos 60” períodos; el trienio 2020/21/22 se destaca como el más seco “jamás observado” y por la “imposibilidad de siembra y la pérdida de hectáreas sembradas se detectó una caída de aproximadamente 20% (212.000 ha)”.
El informe aseguró que los productores entrerrianos no lograron completar la intención planificada de 1.060.000 hectáreas de soja, y que se detectaron lotes perdidos por la escasa humedad en los primeros centímetros del suelo. Presumiblemente, la misma situación están viviendo los productores cordobeses de la oleaginosa.
Los registros pluviales se posicionaron entre los más bajos de los últimos 60 años en gran parte de la provincia, donde también las lluvias caídas llegaron a ser hasta seis veces menos de lo que normalmente debe llover.
Ese escenario de pocas precipitaciones y temperaturas por encima de lo normal, causó una casi nulidad de reservas hídricas y un marcado avance de la sequía en esta parte de la zona núcleo.
Por lo tanto, la Bolsa destacó la imposibilidad de siembra y la pérdida de hectáreas sembradas con soja, aproximadamente de 20%, y sostuvo que más de la mitad de lo implantado se encuentra en regular o mal estado, y que lo que se encuentra en buena condición presenta estrés hídrico y menor desarrollo que el normal.
Los productores informan que “es fundamental” que se produzcan precipitaciones en los próximos días; caso contrario, “se incrementará” la superficie bajo la condición regular a mala.
El estado fenológico de soja de primera se ubica desde tres hojas totalmente expandidas (V3) a comienzo de floración (R1), con sólo dos por ciento en un estado considerado muy bueno, 47% bueno, y el 51% restante entre regular y malo.
Este último sector presenta lotes con problemas de implantación, escasa densidad de plantas por hectárea, mal desarrollo, y severos síntomas de estrés hídrico y térmico.
En tanto, la soja de segunda se ubica desde emergencia (Ve) a cuatro hojas totalmente expandidas (V4), con 3% en muy buena condición; 32% en buen estado; y 65% en regular y mala condición.
En la provincia se detectaron lotes con bajo número de plantas por hectárea, y zonas dónde directamente no hay cultivo, ya que las plántulas nacen y se secan al no disponer de humedad necesaria.
Incluso los lotes que están creciendo cuentan con muy escaso desarrollo y una gran presencia de síntomas de estrés hídrico y en ningún caso ha logrado cerrar el entre surco.