Fue la expresión de Laura RodrÍguez Machado, senadora nacional electa por el partido de la alianza Cambiemos en Córdoba, al hacer mención a la etapa que comenzará en el Congreso después del 10 de diciembre, señalando que no es necesario “discutirla en su totalidad”. Considera oportuno rediscutir el federalismo y avanzar en algunas modificaciones.
La futura senadora nacional por la Alianza Cambiemos, Laura Rodríguez Machado, electa en Córdoba en los últimos comicios, se encuentra abocada a la campaña presidencial del jefe del partido, Mauricio Macri, con vistas al balotaje del próximo día 22. En diálogo con Comercio y Justicia, Rodríguez Machadose explayó sobre las políticas en las que cree debe avanzar el Poder Legislativo durante el próximo mandato.
-¿Qué proyectos tiene pensados para Córdoba, ahora que es senadora nacional electa?
-Lo que debemos entender primero es que no hay una cuestión individual. Se ha resuelto quiénes van a ocupar las bancas en el Senado y en la Cámara de Diputados, pero no se ha resuelto aún cuál es la política que Argentina va a seguir los próximos años. Cualquier expresión que pueda dar un legislador por estos días va a ser una realidad o un anhelo, de acuerdo con quién sea el que vaya a gobernar nuestro país. En mi caso, yo estimo que el candidato del cambio es quien va a llevar las políticas que como legisladores vamos a acompañar, más allá de las vocaciones individuales que podamos tener que, en mi caso, son -en primer término- el combate a la pobreza. Tenemos que devolverle a Argentina la posibilidad de crecimiento económico, de favorecer las economías regionales, de sacarles un pie de encima a la producción y a los trabajadores mediante la presión fiscal, rever el alejamiento del mundo en términos comerciales. Todo esto va a ser muy diferente si gana uno u otro. Yo creo que aquí no hay espacio para las salvaciones individuales. El 22 se vota por la salvación colectiva o por seguir como estamos.
-¿Cree que Daniel Scioli cambió en este último tiempo?
-Considero que la palabra “cambio” está en la cabeza de todos los argentinos. Y creo que Scioli se ha estado tratando de ubicar de ese costado. Ha tratado de parecer distinto, pero -claramente- no lo ha logrado y una de las cosas que lo demuestra es esta campaña del miedo y la presión que está ejerciendo sobre los argentinos. Yo sé que a la gente que ha obtenido beneficios de este gobierno, que es mucha y está bien que así sea, se la presiona con la idea de que va a dejar de haber planes sociales o créditos u otras cosas que generan miedo.
-¿Y usted por qué cree necesario un cambio?
-A mí me preocupan aquellos que piensan que, sea quien sea presidente, algo va a cambiar. Pueden cambiar algunos funcionarios, pero el cambio -tal como lo entendemos nosotros- es el de ver el país de otra manera, de que el que gana no se lleva todo y hace lo que se le da la gana, sino que es que la política se basa en el consenso, en no creer que el populismo soluciona las cosas. Ese cambio no lo propone Scioli. Recién escuchábamos una disertación en la que se habló de las libertades de las personas. Yo creo que este gobierno terminó con la libertad. La gente tiene miedo de opinar, de decir lo que cree. Tiene miedo de la AFIP, y no es un miedo infundado, les cayó la AFIP. Los medios de comunicación, si hablan mal del Gobierno, no tienen pauta.
-Volvamos al Senado ¿en qué se puede avanzar desde ese espacio?
-Hay que rediscutir el federalismo. Yo creo que las provincias debemos poner un límite a este avasallamiento, porque el manejo de los fondos nacionales fue una forma de hacer arrodillar a las provincias que no son afines. Tiene que haber una distribución que tenga más que ver con la gente que con los políticos que compro cuando les hago llegar fondos. Debemos discutir sobre las economías regionales. Los cordobeses, muchas veces, no podemos sacar nuestros productos por problemas de infraestructura. Carecemos de rutas, autopistas, trenes. Todo eso nos ha sido muy esquivo. Cuando recorro el interior y veo que los productores que todavía siembran porque tienen la esperanza de la nueva cosecha, los admiro, porque el Gobierno no los ha acompañado, los ha destruido con la presión impositiva, con las retenciones, ni siquiera saben cómo venderle al mundo por el problema del tipo de cambio. No sabemos lo que valen nuestros productos en el mundo porque el precio del dólar es ficticio. En el país de la carne, en los últimos años cerraron 400 frigoríficos. Los productores lácteos, tenemos tamberos que están tirando leche en las rutas ¿qué más hace falta? Yo no sé qué sector se ha salvado, porque inclusive aquellos que se han beneficiado con algunas políticas, les han quitado su libertad. Digo, conozco a quienes tienen necesidades y no las dicen. Hay gente a la que le gustaría poder elegir entre agarrar un subsidio y tener un trabajo digno. Por esa gente hay que pelear.
-De acuerdo a como quedó conformado el Senado, ¿le parece que será un espacio propicio para que se dé la discusión sobre la coparticipación?
-Sucede que la discusión de la coparticipación va a necesitar, además de la voluntad de los legisladores y los gobernadores, de la voluntad de quien vaya a ser presidente. Yo digo que siempre se empieza por un paso. No hace falta que discutamos la totalidad de la ley de coparticipación. Podemos arrancar por partes. Se puede discutir qué se hace con los aportes discrecionales, lograr que se basen en algún criterio, cuestiones que tienen que ver con infraestructura. Es decir, hay muchas cosas que tienen que ver con la distribución federal y que no pasa necesariamente por la coparticipación.
-De todos modos, cualquier modificación deberá pasar por Diputados ¿cómo será el panorama allí?
-Macri gobernó la ciudad sin mayoría legislativa. Creo que va a poder hacerlo también en la Nación. Se viene un nuevo período institucional en Argentina en el que el diálogo y el consenso van a ser parte de la política y un instrumento más de la democracia.