Las previsiones realizadas a fin del año pasado sobre que 2010 venía con un aumento de los anuncios de inversión por parte de las empresas -en torno a 10 por ciento-, comenzaron a hacerse realidad con los números finales de enero, que mostraron un avance de 6,3 puntos en la cantidad de fondos comprometidos por el sector privado para la ampliación de las estructuras de producción.
Así lo confirmó ayer un paper de la consultora Orlando J. Ferreres & Asociados (OJF), cuyo Centro de Estudios Económicos elabora mes a mes un índice de Inversión Bruta Interna Mensual (IBIM), que combina ocho series estadísticas para construir un indicador que permite medir periódicamente la evolución de datos macroeconómicos, que predicen el comportamiento futuro de la actividad productiva.
Si 2009 cerró con un nivel de inversiones privadas cercano a 55.000 millones de dólares, este año ese nivel se elevará a 60.000 millones, esto es un porcentaje cercano a 10 por ciento de aumento. La cifra implica que la inversión bruta pasaría de un promedio de 19,2 por ciento del PIB, a un nivel de 21,1 por ciento, precisamente el guarismo registrado durante 2008, que quedó para la historia como el mejor año vivido por la economía argentina en las últimas décadas.
De acuerdo con el IBIM, durante el primer mes de 2010 se invirtieron 4.372 millones de dólares en equipos durables de producción y en la construcción de nuevas líneas productivas, que son los rubros que componen la inversión.
En términos de volumen físico, los fondos invertidos crecieron 6,3 por ciento interanual. De este modo, la participación de la inversión en el PIB asciende a 20,6 por ciento, 0,6 puntos porcentuales más que para el mismo mes de 2009, aunque 0,4 puntos menos que el mes anterior.
Perspectivas para el año
Si bien por ahora sólo se cuenta con el índice consolidado de enero, Milagros Gismondi, economista jefa del centro de estudios referido, advirtió ayer que “las mejores perspectivas en cuanto a la recuperación del sector manufacturero, como así también del nivel de importaciones y las bajas bases de comparación, hacen pensar que la recuperación del índice de inversión sería permanente a lo largo del año”. Por supuesto, con la advertencia de que los vaivenes políticos no impacten en forma directa sobre el mercado financiero o el tipo de cambio, ya que en esos casos “los beneficios del crecimiento económico son desplazados por los perjuicios que acarrean mayores niveles de incertidumbre y conflictividad”, según lo señalaron los economistas de la consultora Ferreres.
No obstante, el factor fundamental que hace a la mejora en los niveles de inversión sigue presente. “La mejora en los niveles de actividad, con el consecuente impacto en las importaciones y adquisición de equipos de origen nacional para la producción, es el pilar de la recuperación de la inversión en el año que comienza”, aclaró Gismondi.
Por su parte, Fausto Spotorno, director de OJF, precisó a los medios que “las inversiones que se esperan para 2010 se encuadran en dos grupos: por un lado habrá desembolsos para mantenimiento en general, y es de esperar que una parte importante se oriente a fusiones y adquisiciones. Por el otro, como en 2009 la crisis retrasó inversiones en la compra de capital de trabajo, se prevé que se tomen esas decisiones para adquirir maquinaria, equipamiento y demás infraestructura”.