La deuda de Córdoba subió apenas 0,8%, favorecida por el “dólar ancla”, pero hay dudas sobre el futuro

La suba intermensual en agosto fue muy inferior a la inflación y más aún al alza de la recaudación. Influyó el férreo control del tipo de cambio dispuesto por el Banco Central. No obstante, el pasivo crecerá una vez que impacten plenamente los créditos de fondos árabes, el préstamo de la CAF y el de Nación para la autovía de la ruta 5. Incertidumbre sobre la evolución de la divisa

La deuda de la Provincia de Córdoba al 31 de agosto pasado alcanzó 262.636,6 millones de pesos, apenas 0,8 por ciento mayor que la del mes anterior y 26,24 por ciento superior a un año atrás.

En cualquier caso, la suba del pasivo fue muy inferior a la inflación tanto intermensual como en la comparación interanual. De hecho, respecto al año pasado, el incremento fue la mitad que la inflación minorista.

Pero más aún, la evolución de la deuda pública de Córdoba también mostró un derrotero muy inferior a la suba de la recaudación en el mismo período . Según los datos a agosto pasado, los ingresos provinciales subieron por encima de 70 por ciento respecto a igual mes del año pasado.

En ese marco, el pasivo exhibió claramente una caída en términos reales respecto a ambos indicadores, tanto inflación como recaudación.

La explicación es sencilla. La Provincia prácticamente no sumó nueva deuda y, en todo caso, el aumento fue producto de la evolución del tipo de cambio mayorista que, conforme la política dispuesta por el Banco Central en los últimos meses, registra un alza mensual muy por debajo del incremento de los precios minoristas . Así, la política del “ancla cambiaria” dispuesta por la autoridad monetaria para contener la inflación, fue funcional a la evolución de la deuda de Córdoba que está atada mayoritariamente a moneda dura. De hecho, según los datos a agosto pasado, el 91,4 por ciento de pasivo estaba nominado en dólares, euros y en menor medida en dinares kuwaitíes.

De esta manera, con un dólar controlado, el pasivo de Córdoba pasó desde los 260.551,37 millones de pesos en julio, traducida la deuda en dólares al tipo de cambio oficial, a 262.636,6 millones de pesos en agosto, apenas 0,8 por ciento más.

En la misma línea, en el último año subió desde los 208.043,6 millones de pesos a la cifra actual, esto es 26,24 por ciento por encima de igual mes de 2020.

Futuro incierto

Pero si bien la evolución del rojo por ahora muestra una dinámica muy inferior a los ingresos para cancelarla, el futuro de mediano plazo no es tan lineal y claro.

Es que desde el propio Gobierno provincial admiten que “en algún momento” el tipo de cambio puede experimentar un incremento a una velocidad diferente a la actual, particularmente después de las elecciones de noviembre próximo.

Además, no todo depende de las herramientas con que cuente el Banco Central para sostener esa política que de hecho no son muchas a juzgar por las escasas reservas netas. También del contexto exterior , ahora influenciado por la situación del gigante inmobiliario chino Evergrande, cuya eventual caída arrastró ayer a las acciones de compañías argentinas que cotizan en Wall Street pero también a la Bolsa local y al riesgo país, incluso a los dólares financieros y al blue. En todo caso, el caso chino contribuyó al combó de problemas domésticos que ya atraviesa el país para mover los mercados a la baja.

¿Podrá el Gobierno nacional a través del BCRA defender el tipo de cambio actual sin una devaluación más brusca?. La pregunta ronda las especulaciones en cuanta conversación sobre el futuro de las finanzas se genere tanto en el sector público como en el privado.

Si eventualmente no pudiera sostener el actual ritmo de devaluación, el impacto sobre la deuda de Córdoba será directo en función de su exposición a la divisa.

Según el proyecto de Presupuesto 2022, el dólar debería ubicarse a fines del año próximo en 131,1 pesos, esto es por debajo de la evolución de la inflación minorista del 33 por ciento.

Este año, la divisa concluiría con un valor de 103 pesos.

En cualquier caso, está claro que un eventual cimbronazo en el tipo de cambio, tan habitual en Argentina, golpearía de lleno a la deuda de Córdoba que por ahora goza de la quietud del precio de la moneda.

Deuda pendiente

Por lo demás, el rojo provincial subirá igualmente más allá del movimiento del dólar por la toma de nuevos créditos para obra pública. Hay dos obras viales claves que requieren fondeo más allá de los recursos propios. La autovía de Punilla que se licitará antes de fin de año, según confirmó a Comercio y Justicia el ministro de Obras Públicas, Ricardo Sosa, requerirá de un préstamo de 75 millones de dólares del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), que ya tiene el aval del Gobierno nacional.

En paralelo, la Provincia tomará otro préstamo por 1.774 millones de pesos del Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional destinado a financiar la autovía de la ruta 5 en el tramo Alta Gracia-La Serranita , como parte del proyecto hasta Villa Ciudad de América.

Ese crédito cuyos detalles ya fueron publicados en un Decreto en el Boletín Oficial, será a 10 años de plazo con un año de gracia, con tasa Libor más 370 puntos básicos.

Además, restan computar la mayor parte de los recursos de los fondos kuwaitíes destinados a financiar un combo de acueductos en el interior provincial. En total son 60 millones de dólares. Según los datos de la deuda pública al 31 de agosto, apenas se habían desembolsado poco más de ocho millones de dólares, esto es algo más del 10 por ciento.

Como fuere, llegado el caso, todos esos créditos impactarán en el stock de la deuda pública de Córdoba que de esta manera rozará los 400 mil millones de pesos, una vez que se computen de manera plena de 75 millones de dólares de la CAF más el remanente del crédito de los fondos kuwaitíes.

En todo caso, esa situación se concretará recién en cuanto menos uno año o año y medio, plazo estimado para la ejecución de las obras en cuestión.

El incremento del pasivo, sin embargo, tiene un elemento a favor. Los fondos externos son a baja tasa, a largo plazo y tienen un período de gracia para su devolución, un dato no menor a la hora de comenzar a restituir los recursos.