ESCUCHAREs porque parte de las cajas de velocidad que produce la planta de Camino a San Carlos integra tres modelos de la marca afectados por el caso de EEUU. Se trata de la MQ250, que hoy ocupa a 600 operarios y produce 1.380 unidades por día. De todas formas, fuentes consultadas señalaron que más que el daño directo, el temor es por las consecuencias globales para la firma.
El escándalo que involucra a la empresa Volkswagen a escala global luego de que ésta reconoció haber falseado datos sobre emisiones contaminantes de sus vehículos en Estados Unidos, tendrá influencia en la planta de la compañía en Córdoba -aunque sus consecuencias todavía son impredecibles-.
Este dato fue admitido por fuentes del sector consultadas por Comercio y Justicia, en función del escenario planteado a partir del caso ventilado el sábado último en Estados Unidos.
Es que la planta de VW ubicada en Camino a San Carlos de la ciudad de Córdoba produce cajas de velocidad que integran tres de los modelos involucrados en el affaire alemás en EEUU, entre ellos el Jetta (“Vento”, en Argentina), según confiaron los informantes.
Se trata de vehículos que se producen en parte en México, destino de exportación de las cajas cordobesas del modelo MQ250.
Actualmente, la planta de Camino a San Carlos fabrica 1.380 cajas por día de ese modelo y ocupa a 600 trabajadores en tres turnos.
De hecho, de las tres plantas que tiene la compañía en Córdoba (todas en el mismo predio), la MQ250 es la que venía capeando la crisis toda vez que las otras dos, la MQ200 A y la B, estaban impactadas por la caída de la demanda de Brasil.
El modelo MQ250 se envía a Alemania (a Wolfsburgo) y de ahí a otros mercados europeos, como España. También llegó a embarcarse a Sudáfrica e incluso a China, aunque la desaceleración de ese mercado terminó por truncar los envíos, que abría enormes expectativas para la planta de Córdoba.
En tanto, también van a México para integrar vehículos que luego se comercializan en el mercado estadounidense, entre ellos los modelos impulsados por motores diésel que ahora están en la mira por el escándalo conocido el sábado último.
En tanto, el MQ200 A hoy produce 2.250 unidades por día con 500 empleados (la planta tiene una tecnología superior a la 250, de ahí la menor cantidad de operarios para producir más cajas) y la MQ200 B sólo fabrica unas 500 diarias, con 45 trabajadores.
Ambas cajas tienen como destino Brasil, cuya menor demanda causó la caída en el ritmo de producción de esos implementos. De hecho, a comienzos de año, el ritmo de producción de esas cajas alcanzaba casi 4 mil por día. La caída del mercado brasileño causará nuevas suspensiones en la compañía el viernes y el lunes próximo, completando así los cuatro días de paradas en el mes que seguramente se repetirán en octubre, situación que sólo afecta a 350 empleados.
Como fuere, la situación planteada en Estados Unidos suma ahora un nuevo frente de preocupación para los directivos y empleados de VW en Córdoba.
En rigor, las fuentes consultadas admitieron que es menos el temor por el impacto directo que pueda tener el caso ventilado en Estados Unidos que el golpe indirecto por las consecuencias globales para la marca.
Es que si bien no dieron precisiones sobre la cantidad de cajas que van a ese mercado en los modelos involucrados, que ahora dejarán de venderse, al menos por un tiempo, el volumen no es determinante hasta el punto de afectar de manera drástica la producción en Córdoba.
Como fuere, esa situación se terminará de evaluar en las próximas horas.
Lo que sí es por ahora una incógnita es qué efectos tendrá sobre las ventas globales de la compañía el caso desatado en Estados Unidos.
“La embarramos totalmente”
En tanto, ayer continuaron los coletazos por el escándalo conocido en Estados Unidos el último sábado. Luego de un derrumbe contundente de las acciones de la compañía, ayer, el director Ejecutivo de la automotriz en ese país Michael Horn, admitió que la empresa fue deshonesta.
“Nuestra compañía fue deshonesta con la EPA (Agencia de Protección Ambiental de EEUU) y el comité de Recursos del Aire de California, con todos ustedes. La embarramos totalmente”, dijo en un evento en Nueva York.
Sin embargo, Horn prometió “enmendar las cosas con el Gobierno, con el público, con los clientes y empleados y también, muy importante, con los distribuidores”.
Volkswagen, líder mundial en ventas, reveló que 11 millones de vehículos diésel están equipados con dispositivos que pueden engañar las pruebas de emisiones contaminantes.
La empresa anunció la suspensión de la comercialización en Estados Unidos de sus diésel de cuatro cilindros de las marcas VW y Audi, que representaban 23% de sus ventas en ese mercado.
La situación detonó luego de que se comprobara que durante años la empresa falseó las informaciones sobre emisiones de gases contaminantes de varios de sus modelos para poder sortear los controles ecológicos y homologar sus modelos en Estados Unidos.
La noticia se conoció el sábado cuando la norteamericana Agencia de Protección Medioambiental (EPA) y el estado de California acusaron al Grupo Volkswagen (también dueño de Audi) de falsear datos en algunos de sus vehículos, por lo que serán revisados 482.000 automóviles.
La EPA señaló que el holding usó un software en modelos 2009 a 2015 dotados con motores diésel de cuatro cilindros que evita las regulaciones sobre emisiones de contaminantes. El software detecta cuando el vehículo está siendo examinado para comprobar que cumple las regulaciones sobre emisiones y afecta las mediciones para cumplir las normativas federales y estatales y poder ser homologado y comercializado en el mercado estadounidense a pesar de que las emisiones reales de óxidos de nitrógeno son 40 veces superiores a lo permitido.
Los modelos en los que la entidad estatal detectó las fallas son el Audi A3, y los Volkswagen Jetta, Beetle, Golf y Passat que se hayan fabricado y comercializado desde el 2009 hasta este año en sus versiones diésel.
