Las empresas, este año, pagaron más deudas colocadas. Esta situación atrae a más inversores de diversa envergadura y evidencia la solidez de las compañías.
El n un marco de importante recuperación del financiamiento empresarial por fuera de los bancos, que se duplicó en lo que va del año, las compañías redujeron también su tasa de incumplimiento en el pago, lo que evidencia la solvencia de la recuperación del sector privado. Esta mejora en la tasa de impago de la deuda corporativa influye positivamente sobre el clima de negocios, pues vuelve más atractivas las colocaciones de deuda privada en el país.
La calificadora de riesgo Moody’s difundió ayer que la tasa de incumplimiento corporativo en América Latina registró un rápido descenso en lo que va del año, luego del pico mostrado en 2009. Estimó además que seguirá en retroceso hasta la primera mitad de 2011.
Esta entidad estudió la trayectoria de 434 entidades emisoras de deuda corporativa en la región entre 1990 y 2010, tanto en moneda local como extranjera. Según sus datos, en lo que va del año sólo se registraron dos incumplimientos en el pago de deuda corporativa, que afectaron bonos por valor de 1.200 millones de dólares.
Esa cantidad supone una importante retración con relación a los 21 incumplimientos, por 4.400 millones de dólares, registrados el año pasado.
La mejor calidad crediticia de la última década también contribuyó a que la porción de emisores de grado de inversión se incrementara considerablemente a 40% del total de emisores. Aunque marginalmente más baja que hace un año, esta proporción es casi dos veces más alta que la del cierre de 2000.
Las tasas de incumplimiento de deuda de grado especulativo en América Latina alcanzaron su pico de 10,6% en el segundo semestre de 2009.
Aun cuando estuvo por arriba de su promedio histórico, la tasa de incumplimiento de la región permaneció por debajo de la tasa global de incumplimiento de grado especulativo, la cual mostró un pico cercano a 13,5% en la segunda mitad de 2009.
Más deuda, menos impaga
La reducción del incumplimiento empresario es significativa en momentos en que crece a buen ritmo en el país el financiamiento corporativo por fuera del sector bancario.
De acuerdo con los últimos datos de la Comisión Nacional de Valores (CNV), en los ocho primeros meses del año el financiamiento para empresas en el mercado de capitales alcanzó un valor de 14.998 millones de pesos, 124% más que en igual período de 2009. Medido en dólares, ese financiamiento fue de 3.843 millones en los ocho primeros meses del año, 110% superior al del mismo lapso del año anterior.
En ese marco, el total de obligaciones negociables (ON) colocado hasta el segundo cuatrimestre sumó 1.097 millones de dólares. Ese total se conformó con 11 emisiones en moneda nacional (por 535 millones), las cuales mostraron un alza interanual de 13%, y 10 emisiones en dólares (por 959 millones), que tuvieron 87% de incremento.
Lecturas
La mejoría en el pago de la deuda corporativa permite diversas lecturas. Por un lado, se revela como un dato positivo pues evidencia la solidez de las empresas en el marco de recuperación de la actividad económica que atraviesa el país. También es claro que mejora el clima de negocios, pues atrae a inversores de distinta envergadura quienes pueden verse tentados por las opciones de deuda que colocan las empresas.
De acuerdo con los datos precisados por fuentes de la Bolsa local, en los últimos ocho años no se han registrado default corporativos en el país y esa situación se mantuvo pese a la difícil situación que generó la crisis internacional desatada a finales de 2008.
Pero la reducción de la tasa de incumplimiento también abre otra lectura: las empresas no aumentan su tasa de deuda impaga porque están saldando la deuda existente y no buscan nuevo financiamiento, lo que influye entonces sobre el nivel de inversión. En suma, el mejor desempeño corporativo puede estar evidenciando un retraso en la tasa de inversión en el país, una situación que es subrayada tanto por analistas privados como por funcionarios del Gobierno.