El municipio que deja Llaryora: déficit financiero y fuerte inversión en obras

En 2022, el rojo rozó los $5 mil millones, 3,7% de los ingresos totales y un punto porcentual menor a 2021. Los ingresos totales crecieron 82,48% y los gastos totales 80,65%, en ambos casos casi 10 puntos por debajo de la inflación. La impronta: las erogaciones en obra pública. La dinámica se profundizó en los primeros cuatro meses de 2023

La Municipalidad de Córdoba cerró el ejercicio 2022 con un déficit financiero de 4.857,5 millones de pesos, equivalente al 3,7% de los gastos totales, un punto porcentual menos que en 2021.

Los datos, a esta altura casi obsoletos en función de la dinámica inflacionaria y el año electoral, fueron informados en las últimas horas por la comuna a partir de la publicación del Cuenta Ahorro, Inversión, Financiamiento (AIF) , presentación que, aunque común en otras jurisdicciones, no era habitual en el municipio.

Los números cobran relevancia porque, a grandes rasgos, será ese el resultado que dejará la administración de Martín Llaryora, hoy gobernador electo, al próximo intendente cuyo nombre se conocerá el próximo domingo cuando se concreten las elecciones municipales.

Mientras tanto, días atrás, la comuna había informado los datos de la ejecución presupuestaria al 30 de abril pasado.

Según esos números, los ingresos crecían al 113,2% interanual frente a una suba del gasto devengado del 143%, esto es 30 puntos porcentuales por encima.

Ese aumento de las erogaciones obedeció casi exclusivamente al fortísimo incremento de la inversión en obras que llegó al 298% en la comparación interanual.

La evolución de ese último concepto era obvia. Llaryora aceleró el gasto en infraestructura en un año en el que se jugaba su futuro político y a su vez busca asegurar que Daniel Passerini, actual viceintendente, sea su sucesor en el Palacio 6 de Julio a partir del próximo 10 de diciembre.

Los números oficiales

Más allá de los datos parciales al 30 de abril, según la AIF al 31 de diciembre, los ingresos corrientes alcanzaron 125.147,42 millones de pesos, 81,75% por encima de 2021 y poco más de siete puntos porcentuales por debajo de la inflación que, de acuerdo a la Dirección de Estadísticas de Córdoba, fue en 2022 del 89,05%. Para el Indec, el índice de precios del año pasado se ubicó en el 94,8%.

De esta manera, la recaudación municipal que incluye principalmente ingresos propios y en menor medida de “otras jurisdicciones”, tuvo un desempeño real negativo .

Respecto al gasto corriente, escaló a 99.891,2 millones de pesos, 74,98% mayor a un año atrás y casi 15 puntos por debajo de la inflación.

En ese marco, las erogaciones en personal se ubicaron en 46.869,23 millones de pesos, 78,63% superiores a 2021 y también inferiores al índice de precios.

Así, los salarios del personal municipal insumieron el 46,92% del gasto corriente.

De esta manera, el resultado económico, esto es ingresos corrientes menos gastos corrientes, llegó a 25.256,14 millones de pesos, 115,03% superior al ejercicio anterior y 26 puntos por encima de la inflación minorista.

En relación a los ingresos de capital , fueron de 1.492,6 millones de pesos, 164,53% superiores a 2021.

En tanto, el gasto de capital se ubicó en 31.606,26 millones de pesos, 101,28% mayor a un año atrás. Dentro de ese rubro, la Inversión Real Directa (IRD), esto es el gasto en obra pública, fue de 27.230,26 millones de pesos, 112,8% más que en 2021 y 23 puntos porcentuales mayor que un año atrás.

De esta manera, los ingresos totales del municipio llegaron a 126.640,02 millones de pesos, 82,48% por encima del ejercicio anterior mientras que los gastos totales se ubicaron en 131.497,54 millones de pesos, 80,65% superiores a 2021.

Si bien el crecimiento porcentual fue mayor de los ingresos respecto de los gastos, igual el resultado financiero cerró con un déficit de 4.857,51 millones de pesos, superior a los 3.392,7 millones de pesos de 2021 pero, medido en términos del gasto de cada uno de los períodos considerados, un rojo inferior al del año pasado.

Déficit decreciente

Respecto al rojo financiero y según los datos informados por la comuna, el 3,7% sobre el gasto total registrado en 2022 fue el menor durante la gestión de Martín Llaryora .

Siempre de acuerdo a la información oficial del municipio, en 2021 el déficit fue del 4,7% de las erogaciones totales, en 2020 -año de cuarentena dura por la pandemia- del 8,4% y en 2019, año en el que el actual intendente recién asumió el 10 de diciembre, el quebranto fue del 6,6% de las erogaciones totales.

Detalles

Por lo demás y hasta tanto el municipio no informe la Cuenta General del Ejercicio, los datos de la AIF de 2022 o de la ejecución presupuestaria al 30 de abril, carecen de mayores detalles indispensables para una interpretación cabal de la situación de la comuna.

Por ejemplo, cuando se hace referencia al rubro personal, no se discrimina respecto al personal propio de la comuna o a los monotributistas u otro tipo de contrataciones como los servidores urbanos que también prestan servicios para la Municipalidad de Córdoba, sólo por citar una situación particular.

¿Qué dice el Presupuesto?

En cuanto al Presupuesto 2023 aprobado oportunamente por el Concejo Deliberante, la pauta estimó ingresos totales por 221 mil millones de pesos, de los cuales 141 mil millones son propios y casi 80 mil millones de pesos provienen de “otras jurisdicciones”

Respecto a los egresos, se autorizan por 225 mil millones de pesos (174 mil millones de pesos de gasto corriente y el resto de capital).

De esta manera, el resultado financiero llegará a 4.166 millones de pesos negativos, cifra que representa el 1,8% del gasto total.

“El resultado muestra una reducción marcada del déficit. Empezamos en 8,2% en el 2019, pasamos a 6,6% en 2020, el año pasado fue de 5,7% y la proyección para este año es de 3,5%. En 2023 vamos a dejarlo en 1,8”, dijo oportunamente Guillermo Acosta, secretario de Economía del municipio , al momento de presentar el proyecto.

Finalmente, los números oficiales arrojaron el 4,7% en 2021, 3,7% en 2022. La situación de 2023 es una incógnita a tenor de un Presupuesto que se elaboró en base a determinadas pautas macroeconómicas que ya quedaron desfasadas, entre ellas una inflación original del 60% anual e incluso un crecimiento económico que todo parece indicar terminaría en recesión a fin de año.