ESCUCHAREl secretario de Agricultura comunicó los primeros pasos del plan de contingencia, luego de reunirse con las principales entidades agropecuarias. A partir de noviembre, los productores de soja de hasta 400 hectáreas y los de maíz de hasta 100 recibirán un subsidio equivalente al 40% de lo que deben invertir por hectárea en fertilizantes y semillas.
El programa cuenta con un fondeo de $40.000 millones y pretende que, aligerando el peso de los insumos por cada hectárea labrada, el volumen producido no afloje, pese a los factore exógenos. De este modo, los pequeños productores que no llegaron a vender durante septiembre al dólar soja, recibirán un aporte aproximado de $ 6.000, en el caso de la soja, y de $ 20.000 por hectárea de maíz sembrada.
Este estímulo a la compra de insumos es una medida que podría articularse con otras políticas focalizadas anunciadas en el transcurso de la semana, según comentan desde el entorno de Sergio Massa.
La medida fue recibida con diferente expectativa por parte de los ruralistas, Por su parte, desde la Federación Agraria sostuvieron que “viene a equiparar en el beneficio a los que vendieron dólar soja de los que no lo hicieron para que puedan sembrar la próxima cosecha”. También aclararon que falta un incentivo para el “sector tambero y las economías regionales”.
Mientras que otras agrupaciones de productores se mostraron más críticas, desde la Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), señalaron que “no se puede negar que esto es un aporte que de alguna manera ayuda al bolsillo del productor, pero no soluciona los problemas estructurales. Los números no cierran, y sobre todo en una situación climática que cada día se agrava más y complica más la situación”.
