Efecto pandemia: la mitad de los hogares vulnerables de Córdoba tiene ingresos precarizados

Sólo 33,8% tiene como ingreso principal un empleo formal. En tanto, apenas 2,3% menciona a los planes sociales como recurso central. En el otro extremo, casi 60% vive del trabajo en blanco y 30% de un beneficio previsional. La necesidad de recurrir al crédito como fuente de ingresos y el impacto de las políticas estatales, parte del informe de profesionales universitarios

El 28,6% de los hogares de nivel socioeconómico (NSE) bajo de la ciudad de Córdoba tuvo como principal fuente de ingreso un trabajo eventual (changas) mientras que para 15,8%, fue un empleo informal su principal sostén.

Por el contrario, casi 90 por ciento de los sectores altos, se sostuvieron a partir de un empleo formal o bien a través de un beneficio previsional [privado]

En ese marco, fue muy baja la incidencia de los planes sociales como principal fuente de ingresos, incluso en las familias de menores recursos.

Los datos aparecen reflejados en un estudio cuantitativo “Desigualdades: acceso a derechos en la ciudad de Córdoba desde una perspectiva interseccional”, desarrollado por la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) de la UNC..

En el documento participaron 13 equipos de investigación que aportaron una mirada multidisciplinaria desde las Ciencias Sociales.

El informe tiene 10 ejes centrales de los cuales cuatro, vinculados a trabajo, empleo, financiamiento y acceso a servicios, son abordados en esta nota. El resto, relacionado a educación y salud, entre otros puntos están detallados en la página 15A de esta edición.

El foco está puesto en el cruce entre el (no) acceso a derechos y los impactos en las desigualdades, en reconocer cómo la pandemia afectó ambas dimensiones, pero también en las acciones que las y los actores despliegan para hacer frente a los obstáculos, opresiones y exclusiones en el acceso a esos derechos.

El trabajo incluyó encuestas en 615 hogares cordobeses de estratos socioeconómicos: bajo, medio bajo, medio, medio alto y alto.

Trabajo e Ingresos

Uno de los ejes del estudio tiene que ver con el trabajo y los ingresos. En ese sentido, el relevamiento destaca que el trabajo es precisamente el principal sostén de los hogares.

Con todo, se registran grandes desigualdades: el trabajo formal es la principal fuente de ingresos en 57,9% de los hogares de NSE alto, mientras en el NSE bajo alcanza a 33,8% de éstos. Por su parte, el trabajo eventual (por changas) es el principal ingreso en 28,5% de los hogares más vulnerables, mientras sólo alcanza al 1,7% del NSE alto y a 8,9% de los hogares en promedio.

Por su parte, la jubilación o pensión es el principal ingreso para el 29,8% de los hogares más acomodados mientras que apenas lo es para el 18,8% de los menos pudientes. Es evidente que en este último caso, al trabajar en la informalidad, muchos de estos hogares no tienen acceso a una jubilación.

Por lo demás, llama la atención que sólo el 2,3% de los hogares más vulnerables reconocen a los planes sociales como principal sostén . Es cierto que esas ayudas son claves para miles de familias pero, en principio, no son su más importante fuente de ingresos.

El impacto negativo de la pandemia en lo relativo a ingresos y trabajo fue generalizado pero desigual, pues resultó particularmente grave en los hogares de NSE bajo, donde el 80,5% redujo sus ingresos. El 53,4% de los hogares de nivel bajo registraron pérdidas de empleo, frente a un 23,3% en promedio. En el sector alto, en cambio, la pérdida de empleo afectó sólo al 5%.

En definitiva, creció la consideración con respecto a que los ingresos son “Insuficientes” con relación a lo que estimaban antes de la llegada del covid

Por lo demás, las políticas estatales para enfrentar la situación de pandemia mostraron impactos diferenciales: mientras el Ingreso Familiar de Emergencia tuvo mayor impacto en los hogares de NSE bajo (59,7% de los mismos), el ATP evidenció una distribución más extendida entre los distintos niveles socioeconómicos (en ningún caso superó el 10% de los hogares).

En paralelo, la necesidad de acceso a crédito o financiación para enfrentar las dificultades económicas en pandemia fue mayor entre los hogares de NSE bajo: mientras en promedio 28,9% de los hogares recurrió al menos a una opción de crédito o financiación , en el NSE bajo esa situación alcanzó al 36,1%.

Finalmente, y en relación al acceso a servicios esenciales, la situación más desigual se registró en lo relativo a gas natural y cloacas. Para el gas, aunque 72,7% de los hogares en promedio accede a este servicio, sólo 6,8% en el NSE bajo puede contar con el mismo . En el caso de cloacas, el 48,6% de los hogares en promedio cuenta con ese servicio, pero sólo el 14,3% de los hogares de sectores bajos. [/privado]