La Cámara de la Construcción desconfía de la inflación. El municipio coloca el acento en la sustentabilidad.
El jueves pasado, la Municipalidad de Córdoba envió al Concejo Deliberante el proyecto para conformar un Banco Municipal de Inmuebles, mediante el cual se pretende dar una respuesta al déficit habitacional que afecta un gran segmento de los cordobeses.
La idea consiste en poner en funcionamiento inmuebles y terrenos ociosos para destinarlos a un plan de viviendas que contempla planes de pago accesibles de hasta 300 cuotas.
Las propiedades será destinado a personas físicas y también a jurídicas, que deberán presentar un plan de desarrollo del proyecto de urbanización o plan de viviendas, detallando sus fuentes de financiamiento.
En este punto se abriría una posibilidad para los desarrollistas de la construcción. Sin embargo, éstos ven con desconfianza el plan del municipio, al que consideran en grave situación económica como para enfrentar la inversión que implica.
El programa municipial deja poco margen al negocio que podría interesarles a los empresarios desarrollistas que apuntan en primer lugar a preservar el valor de la inversión.
Consultado sobre este tema, el contador de la Cámara de la Construcción de Córdoba, Santiago Montoya, dijo que “la inflación actual atenta contra una tasa de interés imposible”, sobre todo para proyectos a largo plazo. Según Montoya, esto desalienta “cualquier iniciativa”.
En esa línea, la cámara que nuclea a empresarios de la construcción apunta a un plan de viviendas que contemple una cuota indexada al nivel de salarios de los adjudicatarios, para que la inversión pueda ganarle a la inflación.
Un esfuerzo combinado
Del análisis de situación surge la necesidad de que el municipio cumpla un rol fuerte en materia de vivienda social, coordinando esfuerzos con los estados provincial y nacional.
Esto incluye la regulación del mercado del suelo, así como también la implementación de subsidios, en el marco de una política de urbanización inclusiva y coordinada por todos los niveles de gobierno.
“El problema es la tierra, no la vivienda”, afirmó al respecto el director de Hábitat Municipal, Gustavo Rebord, quien aseguró que los lotes incluidos al Banco de Inmuebles tras el relevamiento serán vendidos a individuos así como a organizaciones cooperativas y mutuales.
Según el Decreto 2013/10, las formas de pago se decidirán por categorías “teniendo en cuenta la situación socioeconómica del adjudicatario”, explicaron ne el municipio. A partir del nivel de ingresos se determinará el porcentaje de capital a pagar, el porcentaje de actualización y un interés mínimo, para no descapitalizar el sistema.
Según indicó el titular de Hábitat de la Municipalidad, el objetivo central del proyecto es poder “bajar el valor de la tierra”, para garantizar el acceso de los sectores que se encuentran excluidos de la construcción de la casa propia. Según Rebord, la sustentabilidad del proyecto surgirá del “esfuerzo de la sociedad civil y del municipio”.