El empleador debe controlar que se cumplan las medidas de seguridad

El tribunal condenó a una patronal y desestimó la defensa de ésta en la discusión relativa a si el empleado que resultó afectado en los ojos usaba los anteojos provistos para evitar lesiones La Cámara del Trabajo de Villa María admitió la demanda por incapacidad laboral entablada por un trabajador en contra de Mapfre ART, al quedar comprobado que el demandante sufrió un accidente en sus ojos mientras prestaba labores. Pese a la discusión de si el trabajador usaba los anteojos protectores, se destacó que es un deber del empleador controlar que los empleados utilicen las medidas de seguridad. [privado] La Sala integrada por el vocal Osvaldo Samuel, tras evaluar la prueba rendida, sostuvo que resultaron comprobadas las consecuencias lesivas (daño) en la integridad física de Fernando Damián Balsells, con el diagnóstico y porcentaje de incapacidad determinados por el peritaje médico oficial. “El sistema de la responsabilidad precisa la existencia de un nexo causal (art. 1726 CCCN) entre hecho dañoso y el daño infligido o, en el caso particular, si entre el accidente sufrido por el demandante en ocasión del trabajo y las patologías padecidas existe vínculo causal adecuado”, se destacó. A continuación, el juez cotejó el tema con una testimonial, que establecía que el demandante sufrió el impacto de una viruta en los ojos. El testigo dijo no saber si el demandante tenía la protección. El relato también informó que a los operarios le brindan habitualmente la protección de los ojos, pero que no sabía si Balsells los tenía puestos al momento del siniestro. Agregó el testigo que el anteojo es efectivo para proteger y que “nunca” vio al accionante con anteojos. Otro de los testigos hizo referencia a las condiciones de seguridad laborativas, aunque a diferencia del primero, declaró que no les daban protección. Refirió el siniestro de igual modo: Balsells estaba en la máquina rebarbadora cuando le cayó una viruta en los ojos. Con esas premisas, el fallo no pasó por alto la contradicción entre los testigos sobre una cuestión dirimente, concretamente el uso de protección en los ojos por parte del dependiente, al momento del accidente y tuvo en cuenta que por este punto se formalizó un careo entre los disidentes, “manteniéndose los mismos en sus posiciones”. Luego, al evaluar los testimonios, el juez señaló que el siniestro estaba acreditado y que ello se robustecía con con las declaraciones testimoniales. En cuanto al uso de anteojos protectores por parte del damnificado al momento del siniestro, el magistrado indicó: “Si bien quedó plasmada (y se mantuvo) la contradicción entre las testimoniales, el hipotético caso que el accionante haya omitido el uso de elementos de protección para sus ojos al momento del accidente, no empece al progreso de la acción”. Así, el sentenciante argumentó que tanto en cabeza del empleador como en el de la aseguradora, pesa el deber legal de garantía (art. 75 LCT), que conlleva la obligación de velar por la seguridad e integridad psicofísica del trabajador en ejercicio de la prestación laboral. Concretamente el vocal destacó: “Si no se usaba protector, el empleador debió controlar su utilización”, agregando que, teniendo en cuenta la mecánica de las labores a cargo de Balsells, éste estaba en la máquina rebarbadora cuando le saltó viruta en los ojos. Al respecto, en el fallo se aclaró que la tarea de rebarbar consiste en buscar la cadena, pasar con la mano eslabón por eslabón y que de ese cometido saltan las virutas de la cadena, quedando patente el riesgo inherente a la actividad desplegada”. De ello, la sentencia estableció: “Ensambla lógicamente con lo narrado por el actor, y, a la vez, junto a las declaraciones testimoniales y la pericial médica rendida, surge la nota común acerca de la modalidad de prestación de las tareas por el demandante, y la conexión adecuada con las patologías sufridas, subsumiéndose el supuesto en el art. 6 de la LRT, reiterando que la patología es una consecuencia inmediata de las labores descriptas, en las condiciones del modo, tiempo y lugar especificados”. Por consiguiente, el tribunal concluyó en criterio coincidente con lo expuesto por el médico oficial, en cuanto a la existencia de la relación de causalidad adecuada entre las actividades del accionante y las consecuencias lesivas que lo damnificaron. Y, por consiguiente, la obligación de la aseguradora demandada de resarcir al trabajador al no haber demostrado la ruptura del nexo causal. Autos: “Balsells Fernando Damián c/ Mapfre Argentina ART SA - Ordinario - Incapacidad” (Expte. N° 1646758) [/privado]

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