La Cámara 6ª del Crimen de la ciudad de Córdoba condenó ayer a 25 años de prisión a Oscar Ernesto Barraza, el albañil que fue acusado de violar a una decena de ancianas entre agosto de 1999 y abril de 2004.
La dura pena impuesta contra el imputado coincidió con la que había reclamado el Ministerio Público y significa la máxima condena que podía aplicársele a Barraza, sindicado como el autor de 19 hechos de abuso sexual, 10 hechos de robo simple, seis de violación de domicilio y uno de robo calificado por efracción.
A media mañana, el tribunal que preside Daniel Ottonello e integran Julio Guerrero Marín y Alberto Crucella, le dio al imputado la oportunidad de la última palabra, pero el acusado se limitó a una frase: “Que Dios los bendiga a todos”. Luego, el tribunal pasó a deliberar. Tras un cuarto intermedio, se conoció la decisión, cuyos fundamentos se conocerán el próximo 10 de diciembre.
Cabe recordar que, además de someter sexualmente a sus víctimas, la investigación le atribuyó al imputado conductas violentas con ellas, ya que las golpeaba e insultaba. Generalmente, las sorprendía durmiendo y luego de asegurarse de que no había nadie más en la casa; una vez adentro, hacía apagar las luces, o les tapaba la cara a sus víctimas con alguna prenda, para que no lo reconocieran. Además, aprovechaba para robar las viviendas.
Inocente
A pesar de la pena recibida, Barraza insistió en su inocencia. Mientras le colocaban las esposas, reiteró que no tenía “nada que ver” con el caso. “Han hecho todo mal”, dijo el acusado y agregó: “Todos tenemos pecados y yo me siento pecador, pero soy inocente”, finalizó.