La undécima semana de juicio oral contra el cura Julio César Grassi -acusado por 17 hechos de abuso sexual y corrupción de menores- comenzó ayer con la realización de una pericia caligráfica al joven denunciante “Gabriel”.
La medida fue solicitada por la defensa y, mediante ella, se intentará verificar si un texto mencionado en la causa fue escrito de puño y letra por el joven. Tras el trámite, los abogados del sacerdote estimaron que los peritos definirán si “hay elementos para elaborar un informe que pueda arrojar luz sobre la credibilidad del testimonio”. Por su parte, el fiscal Federico Nieva Woodgate informó que la pericia se cumplió como estaba previsto y que el miércoles la fiscalía ofrecerá nueva prueba documental, para dar lugar, luego, a la declaración de otros cuatro testigos que seguirán deponiendo 20 ó 30 días más. En tanto, confirmó que uno de los jóvenes que vivía en la Fundación Felices los Niños que debía declarar la semana pasada y no lo hizo por no haber sido localizado, se presentará el jueves próximo.