Las repercusiones por la reestatización de las jubilaciones privadas y la eliminación del sistema de AFJP no dejan de sucederse. En el plano local, el presidente del Consejo Profesional de Ciencias Económicas (CPCE), el economista José Simonella sostuvo que la medida trae aparejada “muy graves consecuencias que durarán varios años”.
A su entender, de aprobarse la ley anunciada por la presidenta Cristina Fernández, serán dos las grandes secuelas de la medida: la afectación a la seguridad jurídica y la destrucción del mercado de capitales.
Sobre el primer punto, vaticina una disminución en las inversiones futuras y pérdida de credibilidad internacional para potenciales financiamientos.
Respecto del segundo ítem, fue tajante: “Esto destruye el mercado de capitales. Las AFJP le daban cierto volumen y ahora quedará un mercado muy chico y asustado. Los pocos inversionistas privados que operaban en la Bolsa han sufrido grandes pérdidas y les llevará tiempo recuperarse”, subrayó.
“En los próximos años -agregó- los bancos serán los únicos que podrán financiar y ni qué hablar de las consecuencias que dejará en lo que respecta a las Obligaciones Negociables (ON) y las acciones”.
No era la salida
Por otra parte, el titular del CPCE reconoció que las AFJP “abusaron” de las comisiones que cobraron y que cuando se analiza el sistema privado, la ley de AFJP no era la ideal, “pero ésta no era la salida, no era lo que se esperaba”.
Asimismo, recalcó que ahora la duda se centra en qué hará el Gobierno con las acciones de las privadas. “El Estado hoy no debería salir a vender esas acciones porque el mercado no está en condiciones”, advirtió el economista, en clara referencia al contexto de crisis mundial.
“El Gobierno enfrenta serios problemas para el año que viene, la recaudación a través de la soja se ha caído mucho y nadie sabe el estado financiero que hoy tiene el Estado. Si antes la Argentina no tenía financiamiento externo, con esto directamente se acaba por falta de credibilidad”.
“Desde otro punto de vista pareciera que esta medida no tendrá un costo político, pero desde la inserción del país en el mundo da la sensación que no han magnificado las consecuencias”, concluyó.