La procuradora general de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires, María del Carmen Falbo, consideró superadas las “falsas antinomias” de años atrás respecto de que si se garantizan los derechos de las personas, se produce inseguridad.
La jefa de los fiscales y defensores bonaerenses formuló estos conceptos al inaugurar en la ciudad de La Plata (Buenos Aires) las jornadas de conmemoración del décimo aniversario de la Reforma Procesal Penal provincial, mediante la cual se instauró el sistema “acusatorio” en reemplazo del “inquisitorio”.
La procuradora aludió a los obstáculos en la instalación del sistema y mencionó las resistencias de tipo cultural, los cambios ideológicos con marchas y contramarchas que sufrió el proceso reformador. “Esas situaciones cargaron contra las garantías, como si éstas no reconocieran protección desde el pináculo más encumbrado de nuestro estado de Derecho”, explicó.
“Fue la época -reseñó- que pensamos ahora superada, la de las falsas antinomias garantismo-inseguridad, garantías-mano dura”.
En el sistema “acusatorio”, los fiscales investigan los hechos, los jueces controlan las garantías del proceso y el veredicto se determina en juicio oral. En el antiguo sistema “inquisitorio”, que aún rige en otros distritos del país como la Capital Federal, los jueces son quienes instruyen las causas junto a la policía y todos los pasos legales se deben hacer por escrito, por lo que los tiempos se prolongan.
“Existieron dificultades, muchas aún persisten y algunas de ellas derivan de la necesaria conciliación entre un sistema que pretendíamos abandonar y otro que aparecía como insolentemente innovador. Pero todos tuvimos la certeza por entonces que iba a resultar necesario un período de transición y adaptación que aún tiene su curso”, dijo Falbo.
El proceso de reforma, agregó la procuradora, “sobrevivió al período de emergencia económica que afectó al país y a la provincia, retomándose desde hace cuatro o cinco años un franco camino de recuperación del rumbo y de las fuerzas. Hemos logrado avances ciertamente significativos”.
Falbo se refirió a los logros alcanzados con el programa de fortalecimiento del sistema acusatorio, “hoy materializado en su primera etapa con el proceso de flagrancia que se aplica ya en la mayor parte de los departamentos judiciales de la Provincia”.
Mencionó entre esos avances “la oralidad, la inmediación, la racionalidad de la reacción estatal, la desformalización y la celeridad”.
El sistema de flagrancia se aplica en casos en los que el autor del hecho es sorprendido en el momento de cometerlo o inmediatamente después y siempre que se trate de delitos cuya pena no supere los 15 años de prisión.
El imputado es sometido a un proceso totalmente oral, que permite llegar a una sentencia en menos de tres meses, con lo que profundiza el sistema acusatorio, mejora la capacidad de respuesta del sistema penal, optimiza la gestión de los recursos materiales y humanos, agiliza las causas y acorta plazos judiciales.
La procuradora formuló estas expresiones al iniciarse las jornadas nacionales de conmemoración de los diez años de la reforma procesal penal provincial, que se realizan en el Colegio de Abogados de La Plata y en cuya inauguración estuvieron presentes el gobernador Daniel Scioli y autoridades de los tres poderes.
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