El sacerdote Julio César Grassi, acusado de abuso sexual y corrupción de menores, negó todos los hechos que se le imputan y volvió a referirse a las situaciones que originaron la causa, en el marco del juicio oral que se sigue en su contra.
El religioso respondió todas las preguntas del fiscal Alejandro Varela y se prevé que hoy haga lo mismo con aquellas que le formulen los abogados querellantes Sergio Piris, Jorge Calcagno y Juan Pablo Gallego.
En el marco de su declaración, contestó a los fiscales todas las inquietudes acerca de los 17 casos de abuso sexual y corrupción de menores por los que está siendo juzgado, pero negó todos los hechos, aunque no quiso entrar en detalles, porque aseguró que las situaciones de abuso “le dan asco”.
Al salir de los Tribunales de Morón, el cura recalcó su inocencia que dijo “le sale por los poros” y remarcó que no tiene nada que ocultar. “Soy la misma persona adentro de la audiencia, con los periodistas o dando misa”; y añadió: “Delante de los jueces está pasando toda la realidad; espero que la vean bien”.
Respecto de la causa, el titular de la Fundación Felices los Niños destacó que prefiere no mencionar la palabra complot, aunque admitió que mencionó ese término hace algunos años.
Sobre la declaración de Grassi, el abogado querellante Juan Pablo Gallego informó que el cura centró sus respuestas básicamente en el complot de (la conductora) Susana Giménez y Jorge Rodríguez” e incorporó en esa supuesta cofabulación al ex juez Oscar Salvi.
El letrado dijo, además, que el imputado se autoincriminó por algunas contradicciones. “Cuando le hacen ver esas contradicciones asegura que no se acuerda de los hechos”, explicó el abogado.