La hiper digitalización de los trabajos, los cambios de planes de estudio universitarios en lapsos generacionales y no constantes, las trayectorias personales de formación y un mercado laboral concentrado en micro y pequeñas empresas, claves para entender la distancia entre formación y mundo laboral. Un caso de éxito que acortó ese ´gap´ en Córdoba
La tensión entre la formación universitaria y el empleo y la empleabilidad es una situación que se mantiene a lo largo del tiempo. ¿Cuáles son los principales escollos que generan esa distancia entre la formación universitaria y el mundo del trabajo?
Hay varias teorías y enfoques que desde la sociología y de la economía abordan el tema. Un grupo de especialistas expondrá en Chile sobre los desafíos, las expectativas y oportunidades en ese tránsito de la universidad al empleo. Entre ellas, la cordobesa Cecilia Blanco, miembro de la Red de Laboratorios de Monitoreo de Inserción de Graduados de Argentina (Red MIG).
Expondrá el próximo 2 de noviembre en un conversatorio organizado por la Universidad Andrés Bello (Chile). Mostrará los resultados de los estudios de seguimiento de graduados de Argentina. La actividad es gratuita y los interesados en participar de manera virtual pueden inscribirse en https://bit.ly/UNAB_Empleabilidad2023 Antes, dialogó con Comercio y Justicia.
“Empleabilidad es poder insertarse y sostenerse en el mercado del trabajo, y en el caso de que te quedes sin empleo poder volver a insertarte en ese mercado. Esto te lo daría las competencias y habilidades que tienen que ver con el sujeto mismo, pero muchas de ellas fueron adquiridas en la universidad”, describe.
En ese sentido, agregó: “Es importante entender que hay un gap, un abismo, siempre lo va a haber, entre la formación que los graduados adquieren en la universidad y las demandas del mercado laboral, porque hay un desarrollo de la economía global que tiende hacia la hiper digitalización del sistema socioproductivo. Y eso genera cambios de manera acelerada en los modos de trabajo, en las prácticas laborales”.
Por otro lado, analiza que las facultades tienen planes de estudio que no se cambian todos los años: “Duran un período muy largo, y generalmente los cambios en los planes de estudio se dan cuando hay cambios generacionales de docentes dentro de cada institución”.
A este escenario, se le agrega otro dato y es que las universidades públicas de América Latina resisten a la idea de formar profesionales con competencias que sean exclusivas para las demandas del mercado.
“Es muy difícil para la universidad poder incorporar año a año todos estos cambios que se van dando en la infraestructura productiva, en los modos de trabajo y las demandas a los graduados”, sintetiza.
Experiencia modelo
Sin embargo, destaca un caso de éxito en la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) donde funciona un Laboratorio MIG en la Facultad de Ingeniería. Allí lograron el acercamiento de las empresas a la universidad para que éstas ofrezcan cursos de capacitación, de actualización, a los estudiantes de la carrera.
De esa manera los estudiantes de la carrera empezaron a tener una capacitación específica que les servirá luego para la inserción.
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