La oposición busca un procesamiento político por los negocios del hijo del jefe de Estado, Hunter Biden, en el exterior
En Estados Unidos, en el inicio del período de sesiones de la Cámara de Representantes, el líder republicano del Congreso, Kevin McCarthy, ordenó unilateralmente abrir una investigación para el procesamiento político (“impeachment”) del presidente Joe Biden.
Lo reclamó por los negocios de la familia del primer mandatario en el exterior; en particular, los de su hijo, Hunter Biden.
McCarthy anunció su resolución en una breve comparecencia en la que no admitió preguntas. “El pueblo americano merece saber que los cargos públicos no están en venta, que el Gobierno federal no está siendo utilizado para encubrir las acciones de una familia políticamente destacada. Ahora, animo al presidente y a su equipo a cooperar plenamente con esta investigación en aras de la transparencia”, argumentó.
Además, McCarthy sostuvo que las investigaciones sobre Biden “dibujan una cultura de corrupción”.
En esa línea, dijo que las investigaciones de su partido detectaron que el presidente Biden le “mintió al pueblo estadounidense sobre su propio conocimiento de los negocios de su familia en el extranjero”.
Añadió que los testigos declararon que tuvo “múltiples interacciones” para agilizar los negocios de sus hijos y de sus socios.
“Sabemos que los registros bancarios muestran que casi 20 millones de dólares en pagos fueron dirigidos a los miembros de la familia Biden y asociados a través de diversas firmas fantasma. Solo el Departamento del Tesoro tiene más de 150 transacciones que implican a la familia Biden y otros socios de negocios que fueron marcados como actividad sospechosa por los bancos estadounidenses”, agregó.
McCarthy acusó a Biden de usar su oficina, en la época en que era vicepresidente de Barack Obama, para coordinar los negocios de su hijo Hunter a través de su papel como consejero en la firma ucrania Burisma. “A pesar de las graves acusaciones, parece que a la familia del presidente se le ha ofrecido un trato especial, por parte de la propia Administración de Biden, trato que de otro modo no habrían recibido de no estar relacionados con el presidente. Se trata de acusaciones de abuso de poder, obstrucción y corrupción. Y merecen una mayor investigación por parte de la Cámara de Representantes”, sentenció.
El republicano le encomendó la pesquisa a la denominada Comisión de Supervisión de la Cámara, en coordinación con la Comisión judicial y la de Medios y Arbitrios.
Luego, Ian Sams, portavoz de la Casa Blanca, se pronunció sobre lo sucedido en Twitter. “McCarthy prometió celebrar una votación para abrir un juicio político, ahora se ha dado la vuelta porque no tiene apoyo. Extremismo político en su peor versión”, escribió.
Llegado el momento, la Cámara de Representantes tendrá que votar si presenta cargos políticos contra Biden y el Senado decidirá si es responsable.
La Casa Blanca siempre negó la participación del jefe de Estado en los negocios de su hijo.
El procesamiento político en EEUU es un procedimiento excepcional. Solo tres presidentes a lo largo de la historia (Andrew Johnson, en 1868; Bill Clinton, en 1998, y Donald Trump, en 2019 y 2021) fueron sometidos al mecanismo a instancias de la Cámara de Representantes y todos fueron absueltos por el Senado, donde se requiere una mayoría de dos tercios para una condena.
Richard Nixon dimitió cuando se tramitaba su procesamiento y no hay precedentes de un impeachment contra un presidente por actos ocurridos antes de ocupar su cargo.