viernes 22, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Ruge la ciencia joven: la hora de nuevas investigaciones en Córdoba

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Sueñan con un nuevo snack a base de maíz morado, con “sacarle el velo” al cannabis medicinal, con conocer el efecto bactericida de nanomateriales ante la resistencia a los antibióticos, y -además- saber si se está juzgando con perspectiva de género para hacer un mundo más justo. Una muestra de cuatro proyectos de un total de 122 impulsados por jóvenes científicos

¿Cómo viviríamos hoy sin los aportes de la ciencia a la vida cotidiana? Las vacunas, la decodificación del ADN, la radiación, los hallazgos de planetas, la nanotecnología, y una interminable lista de hitos científicos y tecnológicos incorporados en el día a día no serían posibles sin científicos y sin recursos para poder investigar.

En Córdoba, la camada de jóvenes científicos se mostró y se proyectó hace apenas días al conocerse los 122 proyectos que serán apoyados económicamente por medio del Programa Jóvenes en Ciencia. Se trata de una iniciativa impulsada por la sinergia entre el Gobierno provincial mediante el Ministerio de Ciencia y Tecnología, las universidades públicas y privadas, la Agencia Córdoba Innovar y Emprender y el Conicet Córdoba.

Entre todas, conformaron un fondo de $90 millones que fueron distribuidos entre el centenar de investigaciones en bioeconomía, salud, transformación tecnológica, equidad, inclusión y acceso al conocimiento, conservación de la biodiversidad y cambio climático.

El objetivo final: consolidar equipos de investigación liderados por jóvenes de hasta 35 años que generen conocimiento original o innovador, que pueda ser transferido o aplicado en suelo cordobés. 

Las  nuevas investigaciones van desde la idea de concretar un nuevo snack de maíz morado hasta “sacarle el velo” al cannabis; desde analizar el efecto bactericida de nanomateriales hasta conocer cuánto se juzga con perspectiva de género con la vigencia de la Ley Micaela. Éstos son algunos de los temas que hoy lleva adelante el ala joven. En este informe, cuatro anticipos de los nuevos conocimientos que se vienen “made in Córdoba”.


“Que todo el mundo coma snack de maíz morado” 

Pablo Mansilla, ingeniero agrónomo, tiene 34 años, y es investigador de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNC. Dirige un equipo con estudiantes doctorales y da clases en las carreras de licenciatura en agroalimentos, ingeniería agronómica y tecnicatura universitaria en jardinería y floricultura.

¿Un sueño? “Lograr un producto nuevo a escala regional, que todo el mundo coma, elija y utilice en un yogur, entre comidas, que sea una nueva alternativa hecha con material genético producido en la universidad y con recursos humanos de la universidad. Que todo el mundo coma snack de maíz morado”. Así lo sintetizó Mansilla, quien también busca la satisfacción como grupo que trabaja en alimentos.

¿De qué se trata el proyecto? “Trabajamos con una de las variedades de maíz que se llama ‘moragro’; es el maíz morado, una de las características es que tiene alto contenido de antioxidantes y tiene un alcance enfocado más a los pequeños productores donde producen sus propias semillas. La idea es caracterizar a nivel de calidad nutricional. Lo innovador es plantear alimentos que no hay en el mercado argentino como por ejemplo ‘tutucas’ y snacks con diferentes tipos de procesamientos de este maíz morado”, definió.

Pablo Mansilla: agrónomo investigador de la UNC.

Él y su equipo tienen el objetivo de generar estos nuevos productos y poder avalar científicamente las características nutritivas, diferentes de la de un maíz tradicional. 

Este maíz morado es originario de zonas andinas -Perú, Bolivia y también norte argentino- pero en la zona regional de Córdoba no está ni siquiera difundida la variedad; no se la conoce, por lo tanto no se la produce. Los científicos lograron la inscripción de esa variedad en el Instituto Nacional de Semillas (Inase) y ahora están evaluando la calidad nutricional de la materia prima y quieren probarla en diferentes alimentos.

Explicó que recientemente existe un convenio entre la Facultad de Ciencias Agropecuarias y un semillero (empresa Granaria): “Nosotros les damos la semilla y ellos se encargan de multiplicarla y difundirla para empezar a comercializar”. 

Mansilla aclaró que no se trata de un híbrido sino que se le hizo un proceso de adaptación para esta zona semiárida. “La idea es producir este maíz en Córdoba y poder aumentar las alternativas de producción para los productores. Y también tener alternativas de valor agregado para esos granos, por ejemplo, hacer las harinas y utilizar las harinas para diferentes panificados, también tutucas, copos de maíz, hojuelas de maíz”. 


¿Impacta la Ley Micaela en los fallos de la justicia?


María Lourdes Eslava es investigadora de la Universidad Siglo 21, tiene 28 años y proviene de las carreras de Abogacía y Escribanía.
Se encuentra estudiando el impacto de la implementación de la Ley Micaela en los fueros laboral y contencioso administrativo. 

Su proyecto busca conocer el alcance que tiene en la justicia la implementación de la Ley Micaela -ley 27499-, que dispuso la capacitación obligatoria de todos los funcionarios y magistrados de los distintos poderes, incluido el judicial. 

“En una primera etapa haremos un relevamiento de estas capacitaciones, cuál fue su acatamiento, y luego vamos a analizar la jurisprudencia de estos fueros. Para ello vamos a hacer un sorteo aleatorio en los juzgados que vamos a analizar, y en base a ello vamos a ver la jurisprudencia, y dentro de ella vamos a analizar cuáles tienen enfoque de género, cuál es un caso sospechado de género y, en ese caso, si se aplicó la perspectiva de género necesaria para una solución equitativa”, señaló la joven científica. 

María Lourdes Eslava: científica de la Universidad Siglo 21.

Eslava agregó: “Queremos concentrarnos en estos fueros en los que generalmente no se aplica mucho la perspectiva de género. La gente considera eso, y nosotros queremos ver en esos fueros que son más masculinos, por así decirlo, cuál es el nivel de estas capacitaciones que en la actualidad todos necesitamos para hacer un mundo más justo”. 

En este sentido, contó que está entusiasmada por poder brindar su aporte. Un sueño: “Poder ver si nos estamos actualizando como profesionales, como funcionarios, en los derechos y en la tutela judicial efectiva que necesita ser aplicada”. 


Propiedades del cannabis: protagonistas en escena


Matías Raspo pertenece a la UTN Facultad Regional San Francisco, tiene 34 años y es  ingeniero químico y doctor en Ciencias de la Ingeniería. Estudia la bioactividad de extractos de cannabis sativa.

¿De qué se trata? Su proyecto se enfocará en “probar que resistencia antimicrobiana, antibacterial, que tienen los aceites de cannabis comerciales que se compran en farmacias o de locales especializados, que venden lo que se llaman aceites de full espectro, como se le dice al que tiene tanto THC, que es el psicoactivo; como CBD, que es el no psicoactivo, y es el que mayor propiedad medicinal tiene”. También apuntará a las propiedades antioxidantes que puedan tener.

Anticipó que están en tratativas con una asociación civil de San Francisco que podría ser cultivadora, con la idea de empezar a trabajar la mejora del proceso extractivo, en instancia de pequeña escala de laboratorio. “No nos dedicaríamos a la extracción para la venta sino a la mejora del proceso porque somos ingenieros de procesos”, aclaró.

Matías Raspo. Investigador de la UTN San Francisco.

“El financiamiento que recibimos nos ayuda, cada aceite de cannabis sale 10.000 pesos. No es fácil hoy en día contribuir a la ciencia, porque los recursos económicos son acotados, y nosotros que estamos en San Francisco, escasos de acceso directo a equipos en esta ciudad, tenemos que trasladarnos e implica toda una logística”, ejemplificó.

Raspo contó que el espíritu de los jóvenes científicos es empezar a armar redes, que contemplan un trabajo multidisciplinar. “A partir de este proyecto nos contactaron del Ministerio de Ciencia y Tecnología para empezar a armar una red de trabajo de cannabis en la provincia. La idea a futuro es que haya como una cabecera en cada una de las ciudades grandes”, concluyó

Un sueño: “Que se vaya cayendo el velo que tiene el cannabis, o esa inhibición que se tiene a la palabra, como que uno lo relaciona con marihuana y el cannabis no es lo mismo. Espero que todas estas cuestiones ayuden a la gente, no hay por que poner un velo”.


La danza entre los antibióticos y los nanomateriales


Julieta Chiappero es microbióloga y doctora en ciencias biológicas, tiene 35 años
y pertenece a la Universidad Nacional de Río Cuarto. Investiga sobre uno de los desafíos más grandes de la salud pública: la resistencia a los antibióticos.

Su proyecto tiene como objetivo analizar el efecto bactericida de diferentes nanomateriales conductores. A partir de los resultados obtenidos dilucidar el protagonismo de la membrana plasmática como blanco de acción bactericida de estos nanomateriales, para así desarrollar mejores técnicas de aplicación de terapias que involucren estos materiales

En palabras sencillas, explicó: “La resistencia a los antibióticos la desarrollan las bacterias por sus genomas, por sus habilidades digamos”. Lo que ella y su equipo analizan en laboratorio son nanopartículas o nanomateriales que tengan capacidad de incidir sobre esa situación.

“Lo que hacemos con nuestro proyecto ahora es estudiar cómo se produce la muerte de las bacterias por parte de estos materiales. Estudiamos cómo afecta la membrana plasmática de la bacteria que es su primera barrera con el medio. Si nosotros sabemos cómo funcionan estos nanomateriales, cómo producen la muerte de las bacterias, podemos desarrollar mejores técnicas antimicrobianas para poder utilizar estos compuestos en muy poquitas dosis lo cual, a la larga, se reflejaría en evitar -ojalá- la resistencia a estos microbianos”, detalló la joven.

Adelantó que el financiamiento recibido por el Programa Jóvenes Científicos les permitirá comprar reactivos y material descartable “que vuela a la velocidad que trabajamos”. 

Su sueño: “Me encantaría poder hacer un aporte a la ciencia con toda la investigación que estoy haciendo”. 

Julieta Chiapero. Doctora en Ciencias Biológicas en la Universidad de Río Cuarto.

Más campos de acción


El nuevo Programa Jóvenes en Ciencia estableció que el ministerio de Ciencia y Tecnología provincial financia hasta 50% de cada proyecto científico, hasta un máximo de $500.000, y un cofinanciamiento con las universidades de al menos 50% de cada proyecto. Así, las universidades radicadas en toda la provincia, tanto las de gestión pública como las privadas, financiaron junto al gobierno un total de 122 proyectos. 

Estos son algunos de los proyectos que también lograron apoyo en diferentes campos: 

  • Equidad, inclusión y acceso al conocimiento. La investigadora Rocío Fatyass, perteneciente a la Universidad Nacional de Villa María, llevará adelante el proyecto “Niños/as y Jóvenes Investigadorxs en Villa Nueva y Villa María: protagonismos, ciencia y transferencia”.

    El proyecto aborda contextualmente la problemática de infancias y jóvenes afectados por situaciones estructurales de desigualdad, precariedad y violencia. Situados en barrios populares de Las Playas, La Calera, Felipe Botta y el Ex Matadero en Villa María y Villa Nueva.

    El objetivo es comprender prácticas, relaciones y narrativas mediante las cuales niños y jóvenes producen formas de vida en barrios populares. 
  • Conservación de la biodiversidad y cambio climático. La investigadora Fiamma Jazmín Bossio, perteneciente a la UTN Facultad Regional Córdoba, acaba de ser apoyada con fondos para su proyecto “Diseño e implementación de un modelo simplificado para Sistemas de Hormigón Drenante”.

    El proyecto se enfoca en la tecnología de pavimentos de hormigón drenante (PHD). Surge como solución a los problemas de drenaje urbano derivados de la disminución de la superficie permeable en una urbanización. Contempla el diseño de tres parcelas experimentales que serán instrumentadas para su monitoreo.

    La primera estructura será de terreno en natural, mientras que la segunda y tercera serán de hormigón convencional y hormigón drenante respectivamente. 

    Busca resultados de comportamiento hidráulico, mecánico y durabilidad a lo largo del tiempo, comparándolas con los obtenidos en laboratorio. Las conclusiones extraídas de los mismos mostrarán el potencial del PHD como alternativa y solución sostenible al drenaje urbano de Córdoba.
  • Salud humana. La investigadora Julieta Bailone (Universidad Siglo 21) llevará adelante el  proyecto “Análisis del impacto subclínico del estrés crónico en el rendimiento cognitivo de adultos argentinos sanos con y sin quejas subjetivas de memoria”.

    El estrés es uno de los principales factores de riesgo de deterioro cognitivo y de alteraciones neuropsicológicas, trastornos del humor y del afecto negativo. El proyecto tiene por objetivo “estudiar la relación estado neurocognitivo de funciones ejecutivas y funciones atencionales, medidas de estrés percibido y la presencia de quejas de memoria en adultos argentinos sanos a través de una muestra en 200 personas adultas sanas, de entre 20 y 60 años”.

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