Por Julia Enríquez / Abogada de Carranza Torres & Asociados
El acceso al financiamiento de las pymes del sector de Software y Servicios Informáticos (SSI) se muestra como uno los objetivos a lograrse dentro de esta industria y, también, como una de las principales dificultades que se les presentan. A lo largo de 2010 la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica ha convocado a las pymes ofreciendo financiamiento:
Mediante el Fonarsec ha creado dos fondos para garantizar el financiamiento desde el desarrollo científico-tecnológico del producto (Fondo Sectorial de Nanotecnología -FSNano 2010- y Fondo Sectorial de Tecnología Informática y de las Comunicaciones -FSTICS 2010-).
Se convocó por medio del Fondo Tecnológico Argentino (Fontar) “a la presentación de proyectos de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) para la asignación de Crédito Fiscal” (Crédito Fiscal 2010).
Por otro lado, el Ministerio de Desarrollo Económico de la Ciudad de Buenos Aires y el Banco Ciudad anunciaron la apertura de “una nueva iniciativa orientada a favorecer el proceso de Inversión y/o Actualización Tecnológica de las Pymes de la Ciudad, con créditos especiales hasta $600.000 y tres años de plazo”. Asimismo, continúan medidas relativas al Fondo Pymar, cuya creación se remite al año 2008 y que tiene por fin facilitar instrumentos de financiación.
La Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo Regional (Sepyme) estableció los valores clasificando a las pymes en diferentes sectores, estipulando topes de ventas totales anuales, que se mantenían sin actualización desde 2006.
Semanas atrás, la Sepyme modificó la determinación del valor de las ventas anuales, mediante Resolución 21/2010. De esta forma, se aumentaría significativamente el número de empresas que pueden acceder a los programas dispuestos para las pymes. El límite para el sector industrial se ha incrementado en 37 %, a diferencia de los servicios que alcanza un aumento de 26 %.
La resolución incorpora otra modificación que busca incentivar las exportaciones: para el cálculo de ventas totales anuales se podrán deducir las exportaciones hasta un máximo de 35 % de dichas ventas. Asimismo, dispone que la acreditación de la condición de pyme mantenga su vigencia por 24 meses, permitiendo de esta forma un exceso en la facturación posterior.
Ahora bien, aquí la importancia para nuestro sector. Recordemos que por ley 25856 se reconoció a la actividad de diseño y desarrollo de software como una actividad asimilable en temática impositiva a la actividad industrial. La declaración del software como industria permite, en definitiva, otorgar un mayor margen de facturación anual, traduciéndose en mayores posibilidades para que las empresas de software sean consideradas Pymes y así accedan a los beneficios laborales, impositivos y los créditos referenciados, entre otros otorgados.
De esta manera, a los fines de encuadrar como pyme, el sector SSI es considerado industria con un margen mayor de facturación anual que otros sectores como los servicios, incrementado por la reciente resolución y sobre el cual podrá deducir cierto porcentaje de exportaciones.
Sin perjuicio de que el incipiente crecimiento de la misma muchas veces se haya visto obstaculizado por interpretaciones, por nuevas normativas y requisitos, el proceso que comenzó con la declaración del software como industria, continuó, pese a sus ya conocidas dificultades, con la ley de promoción que otorga importantes beneficios (exenciones en IIBB, impuesto a los sellos y otros). Hoy continúa permitiendo que un mayor margen de empresas accedan a líneas de financiamiento que se otorgan por el solo hecho de ser pyme e Industria del software. Links de interés