El tribunal internacional explicó que las distinciones que se establezcan en la priorización de la inoculación deben fundarse en cuestiones médicas y no en la nacionalidad de los ciudadanos
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) afirmó que los Estados “deben garantizar que las personas migrantes tengan acceso a los programas de vacunación sin ninguna distinción basada en su nacionalidad o estatus migratorio, en igualdad de condiciones que las personas nacionales y residentes”.
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