Algunas empresas ya se preparan para implementarlo. Sea visible o no detectado aún, el problema de trabajadores con alcohol, marihuana o cocaína es una realidad ante la que es indispensable actuar
Por Carolina Klepp – [email protected]
Alcohol, tabaco, marihuana y cocaína, en ese orden y con sus particularidades, se manifiestan en oficinas y fábricas. A veces visibles, a veces no detectadas, las adicciones en el ámbito laboral no escapan a las generales de la ley de lo que ocurre a nivel general en la sociedad. El dato lo demuestra el último relevamiento del Observatorio Argentino de Droga dependiente de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación (Sedronar), que evidenció que más de 65% de las personas que sufren adicción, tiene trabajo. “Ello derriba el mito -creído por muchos- de que los adictos son aquellos que se ven en las calles tirados sobre un diario; ésa es la punta del iceberg, por debajo hay mucho más”, dice el médico psiquiatra Darío Gigena Parker, secretario de Prevención y Asistencia de las Adicciones de la provincia.
El panorama empujó a la creación de un marco de actuación en prevención y asistencia de las adicciones cuando de ellas pudiera derivar un daño al trabajador adicto o a su entorno, así como, si pudiera tener implicancias en el proceso productivo o en consecuencias legales del contrato de trabajo. Con el fin de garantizar la contención del persona adicta, a partir de noviembre comienza a ponerse en práctica el Protocolo de Actuación para la Prevención y Asistencia de las Adicciones en el Trabajo.Con este nuevo instrumento, el Ministerio de Trabajo estableció instrucciones de actuación que permitan intervenir con el fin de disminuir este tipo de conductas en las relaciones laborales del sector privado.
En diálogo con Comercio y Justicia, el psiquiatra precisó que uno de los principios rectores del nuevo protocolo “es la protección del trabajador como prioridad; el objetivo es determinar la forma de intervención de los funcionarios de Trabajo y los que vayan a hacer el tratamiento, a los fines de proteger la vida y la salud del trabajador que presenta un trastorno por consumo de sustancia o conducta adictiva y de quienes lo rodean en su ámbito. En todos los casos, procurando la continuidad de la fuente laboral”, subrayó. Acto seguido, aclaró: “Hay un componente que es la decisión del trabajador de cumplir con los requisitos del tratamiento para también contribuir con su parte hacia eso; si no, corre por el camino regular de cualquier problema vinculado al ámbito del trabajo. El tratamiento le mejora las chances del cuidado de su trabajo”.
El funcionario detalló que no hay una ley nacional o provincial sobre adicciones en el trabajo, pero sí existe un proyecto de ley en el Congreso de la Nación que aún no está en tratamiento; por lo tanto, el protocolo cordobés es una guía de procedimientos que sienta un precedente.
A partir del mes que viene comienzan la primera etapa del nuevo instrumento que implica la capacitación de quienes están en los más de 100 centros de la Red Asistencial de las Adicciones de Córdoba (Raac) para que conozcan el protocolo y sepan cómo actuar ante derivaciones de trabajadores. Aunque cabe aclarar que las prepagas y obras sociales deben recibir en tratamiento a los trabajadores cubiertos, aunque la red sirve de contención a quienes no tengan especialistas en el tema en su zona, por ejemplo.
“El protocolo busca, cuando aparecen dificultades con adicciones, coordinar bien el tratamiento con las decisiones dentro del ámbito laboral. Además, está previsto para 2020 una agenda de actividades preventivas en distintos ámbitos laborales”, anticipó Gigena Parker.
El rol de las empresas
Las empresas dicen que no saben qué hacer, cómo proceder ante trabajadores que padecen alguna adicción. El procedimiento regular que suelen utilizar es el recurso de la carpeta médica, por la cual el trabajador termina siendo alejado del trabajo y no tiene la exigencia de un tratamiento realmente especializado, con lo cual no se puede estimar si hay o no un progreso en la recuperación de la persona. La conclusión es que esa carpeta médica termina siendo contraproducente y, a veces, cuando concluye, la persona suele ser desvinculada de la empresa, la enfermedad sigue y encima la persona se quedó sin trabajo.
El protocolo es una guía para activar un mecanismo y roles cuando se da una situación producto de adicción. Prevé la figura de un “preventor sectorial” que designa la empresa y que puede ser alguien del área de Recursos Humanos, que debe formarse para poder aplicar el protocolo. A esa persona la capacitarán desde el Ministerio de Salud. “Un supervisor puede darse cuenta, o el trabajador puede pedir ayuda, y en estos casos se debe estar atentos a determinados indicadores de sospecha, se puede avanzar en la requisitoria de un monitoreo toxicológico con la anuencia del trabajador. Si el trabajador no está de acuerdo se registra en un acta y se resguarda la confidencialidad. También actúa el denominado agente operativo que es un funcionario del Ministerio de Trabajo que puede articular que esto se de. En tanto que el agente asistencial -que estipula el protocolo- es el Centro de Tratamiento, ya sea público a través de la red del Ministerio de Salud, o privados de los que tenga vía la prepaga del trabajador”, detalló.
Entre los ámbitos con más problemas con el alcohol y las drogas, figura el de la construcción; también se ven muy afectados los trabajos donde hay cambios de horarios, en los que hay alejamiento del núcleo familiar, en lugares alejados con situaciones adversas y de escasa recreación, o empleos referidos a la tarea de guardia. Es clave que dentro de la empresa se motive al tratamiento, exista una actitud comprensiva y no discriminativa ante la problemática.
La Cámara de Comercio “da el puntapié inicial”
Hoy, a partir de las 8.30, la Cámara de Comercio de Córdoba convocó a empresarios y comerciantes a un desayuno de trabajo para conocer a fondo el nuevo protocolo y sus herramientas de prevención y asistencia en cuestiones de adicciones. “Queremos que el comerciante y el empresario conozcan cómo ayudar cuando un empleado tiene una adicción, hay que atender esta problemática y conocer el protocolo para poder colaborar; queremos dar el puntapié inicial”, subrayó a este medio el director General de la Cámara de Comercio de Córdoba,Cristian Pastore. En el encuentro disertarán Darío Gigena Parker (secretario de Prevención y Asistencia de las Adicciones de la Provincia de Córdoba), Elizabeth Bianchi (directora General de Relaciones Laborales, Higiene, Seguridad e Inspección Laboral), Marcelo Romero Serna (responsable de Dirección de Jurisdicción de Protección Laboral y del trabajo decente), Federico Torriglia (especialista en psiquiatría de la Secretaría de Adicciones de la Provincia) y Lucio Mansilla (magíster en Drogodependencia y terapeuta de la Secretaría de Adicciones). La cita es Av. General Paz 79 1er. piso.
Muy buena la aplicación de este protocolo.Y que hay sobre el estrés laboral yo lo padezco y tengo carpeta médica pero no hay tratamiento.