ESCUCHARDetalles de un relevamiento sobre su situación laboral en Argentina. Casi la mitad (48%) vive con $15.000 o menos. Casi siete de cada 10 trabajan “en negro”, 17% registrado como monotributista y 15% aporta al régimen de autónomos.
De los venezolanos que llegan al país, seis de cada 10 no consiguen trabajo estable. Además, casi la mitad (48%) vive con $15.000 o menos y casi siete de cada 10 trabajan “en negro”. Argentina es el quinto país más elegido por los venezolanos para radicarse y trabajar.
Los datos se difundieron ayer y corresponden a un estudio de 539 casos, realizado en abril pasado, por la consultora de Recursos Humanos Adecco que indagó sobre la situación laboral de los migrantes. El sondeo acercó información de qué perfiles aportan, cómo se integran a la fuerza laboral local, y cómo impacta esta incorporación en el sistema previsional argentino.
Según el relevamiento, sólo 3,91% de los encuestados migró al país con el secundario incompleto. Se trata de un porcentaje alto, en especial teniendo en cuenta que, en Argentina, de acuerdo con el Censo Nacional de 2010, sólo 14% de la población mayor de 25 años tenía un título universitario o terciario.
Del universo encuestado, 63% dice no haber conseguido trabajo estable y estar en búsqueda activa. En tanto, 32% refiere estar trabajando de manera estable, aunque sigue buscando (“conseguí un empleo pero no es lo que esperaba”) y finalmente cuatro por ciento refiere estar trabajando de su profesión.
Sobre los encuestados, 112 son ingenieros (20,78%); 106, licenciados (19,67%) y 26, técnicos (4,82%). Es decir, 45,26% de los migrantes tiene un título de grado, tecnicatura o estudios superiores. De ese porcentaje, sólo 12% trabaja o ejerce gracias a su título (66 personas).
Esta relación no difiere respecto de la misma consulta sobre ciudadanos argentinos: entre 1.397 casos consultados, 20% (287 personas) trabaja ejerciendo su profesión y el restante 80% se dedica a otras tareas.
Independientemente de su formación académica o experiencia, cuatro de cada 10 migrantes refirieron desempeñarse en tareas de comercio, retail y servicios (repositor/a, cajero/a, vendedor/a, encargado, mozo/a) y 13% manifestó “ser independiente” (consultor, cuidado de personas, trabajo en casas particulares, chofer y cadetería). Por otra parte, 12% indicó desempeñarse en algún trabajo vinculado con la industria (ingeniería, control de producción, construcción, jefe de depósito) y 35% confirmó estar desempleado.
Tiempos de búsqueda y sueldo
A casi 35% de los venezolanos que llegan al país le toma entre uno y tres meses conseguir empleo. A otro tercio le lleva más tiempo, entre tres y seis meses. En tanto que a 19% le lleva entre seis meses y un año.
El estudio de Adecco también consultó sobre ingresos mensuales. “Hicimos especial hincapié en referirnos al dinero con el que cuenta mensualmente para sus gastos generales, expresado en pesos. Y como ejemplo propusimos ‘lo que le queda en mano del recibo de sueldo; lo que gana de su facturación tras pagar sus obligaciones’. Casi la mitad (48%) vive con $15 mil o menos; 35,13% con entre $15 mil y $30 mil; con entre $30 mil y $50 mil, 12,38% y con más de eso, 4,4%”, detalló la consultora.
Motivos para emigrar
- 46% lo hizo en busca de trabajo.
- 15% eligió Argentina por la “facilidad migratoria”, “por su buena actitud hacia los inmigrantes”, porque “ofrecen ventajas a los inmigrantes venezolanos, no hay xenofobia marcada como en otros países, la educación gratuita es de calidad”.
- 14% esgrimió exclusivamente la situación de su país de origen.
- 10% prioriza la educación pública y venir para estudiar.
Alta Informalidad
– La mayoría de los venezolanos en
Argentina trabaja en la informalidad: 68% de los encuestados afirma estar “en negro”, frente a 17% registrado como monotributista y 15% aportante al régimen de autónomos.
Ingresantes en 2018
– Entre 2009 y 2018 se radicaron en
Argentina 130.820 venezolanos. Pero de ese total, 54% llegó el año pasado. En comparación, en 2018 fueron 47.391 los migrantes provenientes de Paraguay, y 37.203 originarios de Bolivia, según datos de la Dirección Nacional de Migraciones Argentina.
