La consultora Randstad difundió los resultados del primer trimestre de 2019 correspondientes al Workmonitor, estudio que releva las expectativas, estados de ánimo y comportamiento de los trabajadores en 34 países, incluida Argentina.
Al consultar a los encuestados si en sus empresas realizan evaluaciones de performance, 82% de los colaboradores argentinos afirmó tener un proceso de evaluación formal de desempeño, mientras que sólo 18% refiere no tener una instancia de evaluación de performance en su lugar trabajo.
Al indagar sobre la periodicidad en que son evaluados, los trabajadores argentinos indican tener evaluaciones de desempeño con una frecuencia: anual (23%); mensual (22%); trimestral (14%); semanal (13%) y semestral (10%).
El Randstad Workmonitor también avanza sobre la forma en que los argentinos perciben la instancia de evaluación formal de su desempeño laboral. En este sentido, del estudio surge que si bien 79% de los colaboradores considera que la evaluación de desempeño es una instancia para que los jefes den una devolución formal de la performance de sus dependientes, 82% de los trabajadores afirma que estos procesos les permiten mantener una conversación abierta y franca con su superior al ser evaluado.
Según surge de la encuesta, 57% de los trabajadores argentinos asegura que en su organización se los alienta a dar feedback a sus jefes por fuera de la evaluación de desempeño habitual.
Por su parte, 71% afirma que puede y se siente cómodo proporcionándole feedback a su superior así como recibiendo devoluciones sobre su desempeño. En tanto, 65% de los participantes asegura que en sus lugares de trabajo se los alienta a proporcionar feedback entre colegas en todo momento.
Al profundizar sobre la manera en que los colaboradores comparten sus comentarios y devoluciones, el estudio revela que en Argentina 55% de los consultados da su feedback en persona; 11% lo hace por medio de encuestas online; 11%, por escrito; dos por ciento utiliza otras vías y el 21% restante no es consultado por feedback dentro de sus organizaciones.
Sobre los datos arrojados por el informe, Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina y Uruguay, sostuvo: “En medio de tantos cambios en el mundo del trabajo, las empresas están hoy pasando de procesos de evaluación tradicionales a herramientas y sistemas más horizontales y periódicos, utilizando el feedback en tiempo real para lograr conversaciones significativas y enfocadas en el desarrollo del talento de su gente. Este nuevo enfoque busca que todos los empleados tengan la oportunidad de recibir y brindar devolución regularmente para mejorar su desempeño, algo que las herramientas de evaluación tradicionales no ofrecen”.
De acuerdo con los datos mostrados por el estudio de Randstad, los trabajadores argentinos consideran que recibir y dar feedback es algo positivo porque los ayuda a tener una idea clara de sus objetivos y cómo alcanzarlos (46%); aumenta su motivación (40%); los hace sentir parte de un equipo (36%); los ayuda a aprender y desarrollarse (31%); mejora la comunicación (27%) y hace que desempeñen su trabajo de forma más eficiente (23%).
Sin embargo, en ocasiones, el proceso de feedback también puede genera tensiones y percibirse como algo negativo. En este sentido, los participantes consultados para el Workmonitor en nuestro país consideran que recibir y dar devolución es algo negativo ya que: les cuesta no tomar el feedback negativo como algo personal (32%); no saben cómo reaccionar (24%); los hace sentir incómodos (14%); los hace sentir vulnerables (14%); los lleva a una mala comunicación y a un ambiente de trabajo negativo (ocho por ciento).
Del estudio de Randstad también surge que en Argentina 49% de los colaboradores indica que su empleador organiza capacitaciones sobre cómo recibir y dar feedback, valor que supera levemente a la media global que es de 45%.