Autoridades nacionales creen que habrá un acuerdo comercial con China, opinión que también suscriben los expertos internacionales. Ello ocurrirá pese a la advertencia, extraoficial, de que se pueden frenar las compras de soja argentina sin procesar, en una nueva represalia a las trabas que aplica a los productores asiáticos.
Los ministros de Industria, Débora Giorgi, y de Agricultura, Julián Domínguez, manifestaron la confianza oficial de que las negociaciones bilaterales llegarán a buen puerto. En ese marco, Giorgi puntualizó que su cartera ha enviado a Peking los requisitos solicitados por la autoridad sanitaria china en cuanto al aceite de soja local. “Ahora estamos esperando la respuesta”, sostuvo la ministra, quien intentó minimizar el conflicto comercial con China, desatado hace dos meses con el bloqueo al aceite de soja local que en las próximas semanas podría extenderse al poroto sin procesar, de acuerdo con distintas fuentes comerciales.
Giorgi desestimó que las trabas al aceite de soja sean una represalia china al proteccionismo local y puntualizó: “En el primer cuatrimestre de 2010 tenemos un déficit de US$ 900 millones con China”, en referencia a los resultados del intercambio comercial mutuo.
A su turno, Domínguez confió en que la disputa comercial con el gigante asiático se solucionará en el corto plazo. “La negociación está encaminada. Yo no tengo dudas de que se va a encontrar una rápida normalización”, dijo el titular de Agricultura.
Tras indicar que el aceite no comprado por China se está colocando en otros mercados, Domínguez dijo que la diferencia “se va a encaminar en las negociaciones globales país a país”.
También la revista especializada Oil World apuesta a un arreglo. El gigante asiático debe hallar una solución al conflicto rápidamente “por su propio interés”, escribió.