Según un estudio, la mayoría está orientada a planes de educación y formación, pero muy pocos (sólo 8%) ofrecen oportunidades de mentoría que amplifiquen la presencia de modelos a seguir
Según datos del Banco Mundial (BM), sólo 30% de las pymes formales en todo el mundo es propiedad o liderado por mujeres. En países desarrollados, 70% de las mujeres no puede acceder al capital que necesita para iniciar un negocio.
Es decir que entre las principales barreras de las mujeres a la hora de emprender se encuentran las socioeconómicas; no obstante, los condicionamientos socioculturales también son impedimentos para el desarrollo del emprendimiento femenino.
Por tales motivos, resulta relevante la realización de estudios que brinden a los países horizontes para apoyar el emprendimiento femenino. Para contribuir a este cierre de brechas se presentó el primer “Estudio de apoyo al emprendimiento femenino en la Alianza del Pacífico”, desarrollado por Mujeres del Pacífico y la Asociación de Emprendedores de Latinoamérica (Asela), que reveló importantes hallazgos.
La coordinadora internacional de Mujeres del Pacífico, Irene Ramos, destacó que “con el informe queríamos conocer los factores que inciden en el emprendimiento y además cuáles son los programas de los países de la Alianza que apoyan a las mujeres emprendedoras. Esto con el fin de generar diálogos públicos y privados que permitan su mejora”.
Los principales resultados
En el análisis se halló un total de 51 programas orientados a fortalecer y promocionar el emprendimiento femenino.
En ellos se destacan: programas de educación y formación (65%), dirigidos a generación de redes (40%) y programas de acceso a financiamiento (31%). Sólo 8% de los programas ofrece oportunidades de mentoría que amplifiquen la presencia de modelos a seguir.
Otra de las conclusiones respecto al informe fue que aunque cada país tiene particularidades, sin duda tienen similitudes en los enfoques de ejecución, al igual que los factores que no están siendo atendidos por los gobiernos o programas. “Estamos viendo que las mujeres están emprendiendo en menor medida en emprendimientos tecnológicos. Muchos emprendimientos son por necesidad y no por oportunidad”, dijo Ramos.
“Por otro lado, las mujeres están emprendiendo tardíamente (38-40 años), ellas quieren ser emprendedoras pero tiene dificultades en su entorno”, agregó.
El estudio reveló, además, que del total de programas en apoyo al emprendimiento femenino sólo 2% está dirigido a subsanar la falta de provisión de servicios ciudadanos al cuidado de los hijos y/o personas mayores lo que, sumado a otros factores, limita el crecimiento de sus negocios.
En esa línea, Juan Pablo Swett, presidente de Asela, señaló que “el estudio nos pone el desafío de trabajar con gobiernos para derribar barreras como el estereotipo de la mujer”.
Agregó que “debemos exigir el cumplimiento de normas laborales modernas, proveer servicios de cuidado para niños y diversificar la oferta de programas gubernamentales, ya que 65% está dirigido a fortalecer capacidades empresariales duras y no considera aspectos personales y de contexto”.