miércoles 27, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

“Para no quedar fuera, hay que ir hacia una evolución competitiva”

ALBERTO SCHUSTER. El economista dijo que en la coyuntura se puede ser “relativamente optimista”.
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El especialista se refirió así a lo que denomina la “quinta revolución que combina la biotecnología e Internet”. Amén de las reformas a las que se refirió ayer el Presidente, consideró necesario que las empresas avancen en innovación

Por Cecilia Pozzobon – [email protected]

Mientras el presidente Mauricio Macri lanzaba el plan de reformas económicas e institucionales que propone “acuerdos básicos de gobernabilidad”, la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (Cacec) realizaba ayer la Asamblea Anual Ordinaria, en la que disertó Alberto Schuster, economista y director de la Unidad de Competitividad de la consultora Abeceb.
Aún sin el anuncio oficial, el especialista analizó para Comercio y Justicia la coyuntura económica y consideró necesario avanzar hacia lo que denominó evolución competitiva.
“Como dice un economista amigo -José Fanelli-, nosotros estamos pasando de un gradualismo estabilizador a un gradualismo reformista, que es el que anuncia el Presidente, con el que se va a intentar mejorar la competitividad de Argentina que, en términos generales, es muy baja y en algunos sectores -como los intensivos en cuanto a la mano de obra empleada (textil, confecciones, madera, calzado, entre otros)- es aún peor”, comenzó Schuster. Sin embargo, consideró que en lo relativo al “panorama general”, se puede ser “relativamente optimista, siempre teniendo en cuenta que la historia de nuestros aciertos no nos favorece”.

-Los sectores que mencionó se ven afectados incluso por el aumento de las improtaciones ¿Cómo lo analiza?
-Es algo que el Gobierno viene manejando con mucho cuidado porque son sectores muy ocupantes de mano de obra. Es decir, hay como 300 mil puestos de trabajo en los sectores más sensibles y una de las cosas que este gobierno debe cuidar es el empleo. Si bien Argentina cuenta con muchos recursos naturales y está bastante diversificada productivamente, no termina de dar trabajo a la porción empleable de los 40 millones de habitantes. Es decir, tenemos que tener industrias y servicios que sean más competitivos, porque ahora seguimos las normas de la Organización Mundial del Comercio, con lo cual no podemos -como era con el gobierno anterior- cerrar las fronteras y tomar del mundo la parte que nos conviene y dejar aquella que nos pone en aprietos. Debemos ser competitivos para tener empresas que exporten y se defiendan de las importaciones.

-Amén de los anuncios de Macri, qué hace falta para ser competitivos?
-Argentina tiene que trabajar sobre los convenios laborales que son muy poco flexibles. Hasta ahora, el Gobierno ha venido haciéndolo sector por sector y parece que seguirá así. Tiene que trabajar también sobre la carga impositiva, que al parecer se está pensando en redistribuir. Pero incluso hay que trabajar sobre el ausentismo, que en Argentina es muy alto. También avanzar en infraestructura y en educación, ya a más largo plazo.

-Volvamos a las importaciones. ¿Cómo se soluciona eso en los sectores más afectados?
-Con tiempo y con lo que se conoce como solución schumpeteriana, es decir, el que no puede competir desaparece. Hay que tener en cuenta que ningún país es competitivo en todos los sectores. Hay algunos que protegen más a algunos (como lo hacíamos y seguimos haciendo nosotros) para no generar desempleo. Sin embargo, cuando la economía comience a crecer habrá que ver la posibilidad del traspaso de empleo desde los sectores menos competitivos hacia los más competitivos, y los primeros desaparecerán, se dedicarán a importar o deberán reconvertirse. En este último caso, deberán diferenciarse. Por ejemplo, si nosotros no podemos competir contra los jeans que vienen de Tailandia, Indonesia, China, Malasia o Taiwan, tendremos que ofrecer jeans con algún diferencial que la gente desee adquirir pese a que salgan más caros. La otra opción es agregarle tecnología. Ahora estamos atravesando la quinta revolución, que es la combinación de biotecnología e Internet. Hablamos de robótica, nanotecnología, Internet de las cosas, la inteligencia artificial, la bioingeniería. Si nos subimos a esa tendencia, cosa que Argentina puede hacer, podremos lograr -por decir- jeans térmicos que sean de invierno en determinado momento y de verano en otro. El Gobierno trabaja en eso porque apoya a emprendedores que están trabajando en eso. Yo lo denomino la evolución competitiva, que implica cambiar las ideas, abrazar la innovación y con eso tratar de superarnos. No podemos quedarnos haciendo lo mismo toda la vida porque el que hace lo mismo se atrasa y se queda fuera.

Mientras el presidente Mauricio Macri  lanzaba el plan de reformas económicas e institucionales que propone “acuerdos básicos de gobernabilidad”, la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (Cacec) realizaba ayer la Asamblea Anual Ordinaria, en la que disertó Alberto Schuster,  economista y director de la Unidad de Competitividad de la consultora Abeceb.Aún sin el anuncio oficial, el especialista analizó para Comercio y Justicia la coyuntura económica y consideró necesario avanzar hacia lo que denominó evolución competitiva.“Como dice un economista amigo -José Fanelli-, nosotros estamos pasando de un gradualismo estabilizador a un gradualismo reformista, que es el que anuncia el Presidente, con el que se va a intentar mejorar la competitividad de Argentina que, en términos generales, es muy baja y en algunos sectores -como los intensivos en cuanto a la mano de obra empleada (textil, confecciones, madera, calzado, entre otros)- es aún peor”, comenzó Schuster. Sin embargo, consideró que en lo relativo al “panorama general”, se puede ser “relativamente optimista, siempre teniendo en cuenta que la historia de nuestros aciertos no nos favorece”.-Los sectores que mencionó se ven afectados incluso por el aumento de las improtaciones ¿Cómo lo analiza?-Es algo que el Gobierno viene manejando con mucho cuidado porque son sectores muy ocupantes de mano de obra. Es decir, hay como 300 mil puestos de trabajo en los sectores más sensibles y una de las cosas que este gobierno debe cuidar es el empleo. Si bien Argentina cuenta con muchos recursos naturales y está bastante diversificada productivamente, no termina de dar trabajo a la porción empleable de los 40 millones de habitantes. Es decir, tenemos que tener industrias y servicios que sean más competitivos, porque ahora seguimos las normas de la Organización Mundial del Comercio, con lo cual no podemos -como era con el gobierno anterior- cerrar las fronteras y tomar del mundo la parte que nos conviene y dejar aquella que nos pone en aprietos. Debemos ser competitivos para tener empresas que exporten y se defiendan de las importaciones.-Amén de los anuncios de Macri, qué hace falta para ser competitivos?-Argentina tiene que trabajar sobre los convenios laborales que son muy poco flexibles. Hasta ahora, el Gobierno ha venido haciéndolo sector por sector y parece que seguirá así. Tiene que trabajar también sobre la carga impositiva, que al parecer se está pensando en redistribuir. Pero incluso hay que trabajar sobre el ausentismo, que en Argentina es muy alto. También avanzar en infraestructura y en educación, ya a más largo plazo.-Volvamos a las importaciones. ¿Cómo se soluciona eso en los sectores más afectados?-Con tiempo y con lo que se conoce como solución schumpeteriana, es decir, el que no puede competir desaparece. Hay que tener en cuenta que ningún país es competitivo en todos los sectores. Hay algunos que protegen más a algunos (como lo hacíamos y seguimos haciendo nosotros) para no generar desempleo. Sin embargo, cuando la economía comience a crecer habrá que ver la posibilidad del traspaso de empleo desde los sectores menos competitivos hacia los más competitivos, y los primeros desaparecerán, se dedicarán a importar o deberán reconvertirse. En este último caso, deberán diferenciarse. Por ejemplo, si nosotros no podemos competir contra los jeans que vienen de Tailandia, Indonesia, China, Malasia o Taiwan, tendremos que ofrecer jeans con algún diferencial que la gente desee adquirir pese a que salgan más caros. La otra opción es agregarle tecnología. Ahora estamos atravesando la quinta revolución, que es la combinación de biotecnología e Internet. Hablamos de robótica, nanotecnología, Internet de las cosas, la inteligencia artificial, la bioingeniería. Si nos subimos a esa tendencia, cosa que Argentina puede hacer, podremos lograr -por decir- jeans térmicos que sean de invierno en determinado momento y de verano en otro. El Gobierno trabaja en eso porque apoya a emprendedores que están trabajando en eso. Yo lo denomino la evolución competitiva, que implica cambiar las ideas, abrazar la innovación y con eso tratar de superarnos. No podemos quedarnos haciendo lo mismo toda la vida porque el que hace lo mismo se atrasa y se queda fuera.

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