Ocurrió en Chaco. El hombre recibió 20 años de prisión. Las juezas resaltaron que las heridas no fueron mayores por el azar y la defensa que ejerció la víctima
La Cámara 1ª del Crimen de Resistencia condenó por unanimidad a 20 años de prisión a un taxista que apuñaló a su ex pareja. Se trató de la primera condena en Chaco por “tentativa de femicidio”.
El hecho se remonta a 2016, cuando el imputado embistió intencionalmente el auto en el que iban la víctima y su padre. La joven descendió del vehículo con intención de huir, pero fue tomada de los pelos por su ex pareja, quien la golpeó en el rostro y con un cuchillo de hoja de metal comenzó a herirla en la zona de la cabeza y diferentes partes del cuerpo.
El Tribunal encuadró el caso en los tipos penales de homicidio doblemente agravado por el vínculo y femicidio, en grado de tentativa, en concurso real con lesiones leves y en concurso real con amenazas.
Respecto al tipo penal más grave, las juezas advirtieron que “el autor ha generado con su acción un riesgo no permitido para el bien jurídico vida, como es el de acometer repetidamente, usando un arma blanca, contra zonas vitales del cuerpo de la víctima, a quien tenía reducida en el piso”.
“Ese riesgo no permitido no se realizó en el resultado, por haber mediado causas ajenas a la voluntad del autor, que le impidieron alcanzar su objetivo, por lo que quedó en grado de tentativa”, señaló el fallo y añadió que “la tentativa debe explicarse no a partir del peligro para la vida de la víctima, que en todo caso hubiera llevado a la aplicación de otro tipo penal, sino a partir del plan del autor y de la puesta en marcha de un curso causal eficiente, conforme el plan, para obtener el resultado”.
Por ello, para las magistradas “no hay duda (de) que el curso causal puesto en marcha por el imputado fue idóneo y eficiente para causar la muerte; primero redujo a golpes (a la mujer), logró dejarla acostada en la acera, colocándose él encima de ella para que no pudiera huir, tenerla a su merced y asestarle las puñaladas en zonas vitales”.
En efecto, las vocales Glenda Vidarte, Lucía Martínez Casas y Hilda Cáceres de Pascullo destacaron que el autor apuñaló a la víctima en la cabeza, la cara, el cuello y el pecho, por lo que consideraron que “causar heridas de arma blanca en cuello y pecho es buscar terminar con la vida de la persona agredida, ya que son zonas vitales, por la calidad de los órganos situados allí”.
También resaltaron que tales heridas “no hayan sido tan profundas de ninguna manera descarta la tentativa de homicidio, sino en todo caso, ha sido el azar y la resistencia que la víctima oponía con brazos y piernas, sumado a la defensa de su padre, lo que impidió al autor causar una daño de mayor entidad”.