Si bien el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas reconoce que aún se está en “zona de confort”, indica que los altos precios impiden que la valoración sea aún mejor
Las condiciones financieras de la economía argentina retrocedieron muy levemente durante junio pasado, luego de haber alcanzado en mayo el mejor valor en casi 10 años.
Así se desprendió del Índice de Condiciones Financieras (ICF), elaborado por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) y la consultora Econviews.
De acuerdo con el relevamiento, en junio el ICF se ubicó en 60,9 puntos, mostrando un leve retroceso mensual de 1,1 puntos, explicado a su vez por una segunda caída en las condiciones locales, en tanto que las externas registraron un nuevo avance.
“Con todo, las condiciones financieras se ubican en zona de confort desde julio de 2016, es decir, hace doce meses sin interrupciones, período que prácticamente coincide con la expansión que viene registrando la economía argentina, que ya acumula cuatro trimestres consecutivos de crecimiento respecto al trimestre anterior (tercero y cuarto de 2016 y primero de 2017, según los datos oficiales, y el segundo de 2017, que se confirmaría en los próximos meses)”, indicó el trabajo al que tuvo acceso Comercio y Justicia.
“Es un resultado destacable, en tanto la economía argentina siempre creció cuando las condiciones financieras permanecieron en zona de confort por un lapso prolongado”, evaluaron los especialistas del IAEF.
Condiciones locales versus externas
Las condiciones locales alcanzaron 30,6 puntos en junio, mostrando un retroceso de 4,2 puntos en el mes, por segundo lapso consecutivo, aunque se mantienen en zona de confort desde febrero de 2016.
Este deterioro se explicó sobre todo por un “tenue repunte” en el riesgo legislación y en el riesgo país, aunque los especialistas destacaron que seis de las diez variables que componen el subíndice mostraron un deterioro mensual, dos se mantuvieron sin cambios y otras dos con una “muy tibia” mejoría.
Este deterioro de las condiciones locales fue compensado por un nuevo avance de las condiciones externas, que no dejan de superarse luego de la caída inicial que tuvieron en noviembre pasado con el triunfo de Donald Trump en la carrera política hacia la presidencia de Estados Unidos. “Desde entonces, acumulan siete meses de mejoras consecutivas y muestran el mejor registro desde septiembre de 2014”, indicaron.
Así, en junio las condiciones externas alcanzaron 30,3 puntos, mejorando 3,1 respecto a mayo, gracias a una mayor confianza en el mercado accionario de EEUU, que se vio reflejada en una nueva caída del índice VIX, y mejores condiciones de liquidez global. Esta mejora no pudo ser mayor por un aumento en la volatilidad de los commodities (incluyendo los agrícolas) y un nuevo recorte en la inflación esperada en EEUU, mientras se duda de que Trump pueda llevar adelante su agenda de reformas, incluyendo su plan de expansión fiscal.
Si bien la suba de tasas de los bonos del tesoro de Estados Unidos (UST, por sus siglas en inglés) más largos y el mayor empinamiento y volatilidad de la curva soberana deterioraron las condiciones externas tras el triunfo de Trump, desde marzo sobre todo, ello se está revirtiendo por recortes en las tasas más largas.
Las condiciones financieras locales, en tanto, se ubican en zona de confort merced al estado actual de la liquidez de corto plazo, la muy buena performance del Merval cerca de niveles récord, el riesgo país que ronda 430 puntos básicos, el récord de depósitos privados en dólares en el sistema bancario, el históricamente bajo nivel de riesgo legislación y la inexistencia de una brecha cambiaria destacable.
No obstante, como ya sucede desde hace más de un año, son las variables monetarias y nominales vinculadas con las todavía elevadas tasas de inflación las que impiden que las condiciones financieras locales sean mejores.
Así, las condiciones financieras muestran una mejora sustancial de 61,8 puntos respecto a un año atrás, aunque menos que hace unos meses, cuando la comparación era todavía contra el período de vigencia del “cepo cambiario”, se destacó.
En tanto, frente a junio de 2016, cerca del 60% de la mejora anual se explica por mejores condiciones externas, que avanzaron 36,4 puntos el último año, gracias a una merma en el riesgo global y en la volatilidad de commodities y monedas emergentes.
El 40% restante de la recuperación anual se explica por mejores condiciones locales, que avanzaron 25,3 puntos el último año, gracias a una menor tasa de inflación mensual núcleo (core), una menor tasa de interés Badlar nominal y una significativa reducción del riesgo país.
“Las variables monetarias y nominales vinculadas a las todavía elevadas tasas de inflación son las que impiden que las condiciones financieras locales sean aún mejores”, consideró
el informe elaborado por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF).